domingo, 4 de agosto de 2013

USOS-REMEDIOS-SOLUCIONES CASERAS



USOS INTERESANTES DE LA LEJÍA QUE TE INTERESA CONOCER
La lejía que muchos utilizan con mucha “alegría”, a mí me inspira mucho respeto.
Si es pura, y aunque esté mezclada con detergente, que es el último “invento”, cuidado con ella porque es un producto muy abrasivo y se debe manipular siempre con guantes de goma. Dependiendo del sitio en el que caigan tan solo unas gotas os pueden decolorar los pantalones que lleváis puestos, por ejemplo, o incluso hacer directamente un agujero si es una tela fina o delicada.
A pesar de estos inconvenientes, yo la uso en algunas ocasiones.
1.  Manchas de ropa.
Para quitar manchas de fruta muy localizadas, sobre todo de las de verano, en ropa blanca poco o nada estampada, camisetas, servilletas, baberos de los bebés…, incluso si éstos son de color y preferís verlos un poco descoloridos pero limpios.
Imaginar un babero o una servilleta que al sacarla de la lavadora aparece con una mancha parda si es de fruta veraniega, o de color naranja si se trata de la papilla de frutas…
En una jarrita de vidrio grueso, casi indispensable en un hogar pues tiene numerosísimos usos, calentar una mezcla de mitad agua y mitad lejía en el microondas hasta que esté muy caliente.
El que no se atreva que la caliente en un cazo… pero yo no tengo ni cazos porque no los uso para nada.
Cuando lo esté, y con los guantes siempre puestos, introducir rápidamente la mancha, o las manchas, no hace falta que sea la prenda entera porque posiblemente ni os cabrá. Veréis que como por arte de magia la mancha desaparece por completo. Aclararla inmediatamente con abundante agua, mejor caliente si se tiene.
Os puede parecer una barbaridad pero haciéndolo con cuidado es muy efectivo y rápido.
2.  Suelos blancos.
Si un suelo blanco de cocina o cuarto de baño está con color feo, oscurecido por el motivo que sea, añadir al agua del cubo de la fregona, preferiblemente también muy caliente, un buen chorro de lejía. Cuidado con no echar demasiada porque emanarían vapores que pueden irritar los ojos o las narices.
¡Ni se os ocurra mezclar esta agua con amoniaco, totalmente prohibido!
Si se trata del de la cocina y está bastante grasiento porque se ha guisado mucho, en cuanto veáis que el agua está sucia cambiarla.
En oficinas, ambulatorios, portales, escaleras de edificios… yo veo cubos llenos hasta la mitad nada más, con muchísima espuma y con el agua negra.
La espuma no limpia, solo “incordia”, y si el agua está negra estáis “lambuzando” pero no limpiando de verdad y habrá que cambiarla tantas veces como haga falta por mucha pereza que dé. Aquí, sintiéndolo mucho, no se puede ahorrar agua.
Si se echa un producto friega suelos, hay que añadirlo en muy pequeña cantidad como siempre os he dicho, porque son muy concentrados y algunos suelos se pueden quedar opacos y con aspecto turbio.
3.  Fregaderos que corren mal.
Si tenéis un fregadero o una pila que no está atascada sino que corre mal, os voy a contar algo que os parecerá también una barbaridad, pero que me recomendó un fontanero y que es más efectivo y menos problemático que los clásicos desatascadores químicos, y os aseguro que funciona, siempre trabajando con mucho cuidado porque… no es agua.
Calentar ahora, con la máxima prudencia, en la misma jarrita lejía pura, también en el microondas, a potencia máxima para tardar menos, vigilándola para que empiece a humear pero sin llegar nunca a hervir y cuando lo esté verterla con cuidado por el desagüe que no traga bien y que deberá estar sin agua. Si estuviera atascado y no “tragara” nada, esperar a que el agua se vaya sola o con el
desatrancador manual de toda la vida.
4.  Manchas en morteros antiguos y cucharas de madera.
Si se machaca en un mortero de madera o de mármol alimentos con intenso color como puede ser pimentón, azafrán, tinta de calamar…, aunque se lave en el lavaplatos quedará coloreado, y si se quiere que vuelva a su tono primitivo habrá que añadirle agua hirviendo con un buen chorro de lejía que lo aclarará inmediatamente. Cuanto más caliente esté la mezcla de agua y blanqueante, más rápidamente se eliminará la coloración.
Esto es válido también para todos los cubiertos de madera que nos sirven para remover las verduras y demás alimentos, tanto cucharas como tenedores y espátulas cortas o largas.  Lavarlas muy bien a continuación, en el lavajillas, o a mano con agua caliente y el lavavajillas habitual.
Si estas piezas de madera tienen la punta quemada, porque no solo han servido para remover sino que se han dejado dentro del sofrito o del aceite, algo que evidentemente no se debe hacer, seguirán quemadas y no habrá solución.
5.  Tablas de cocina de madera o de fibra.
Si seguís usando las de madera, y están realmente sucias, y os caben en el lavaplatos, lavarlas allí con el resto del menaje sabiendo que, a la larga, la madera puede agrietarse y abrirse por el exceso de agua y de calor. ¡Pero quedan casi esterilizadas!
Si preferís lavarlas a mano, hacerlo con agua bien caliente, estropajo fuerte y un detergente bueno, y si quedan manchas recalcitrantes, bañarlas con una solución hirviendo, al 50% de lejía y agua, hasta que todas ellas desaparezcan. Aclararlas luego a fondo con agua y detergente para que no queden residuos.
El limón que se aconseja, aunque es un ácido y por tanto blanquea, no mata los microorganismos que la tabla pueda llevar.
Este consejo también es útil para las tablas sintéticas de colores que se “tiñen” rápidamente.
6.  Tuppers o recipientes herméticos de polietileno.
Si son de buena calidad, duran muchísimo, pero con el tiempo se van oscureciendo, poniéndose feos y quedan a veces coloreados si han contenido salsa de tomate, calamares en su tinta, remolachas…
En el uso diario, es preferible lavarlos en el lavaplatos siempre que hayan contenido algún guiso o alimento con aceite, porque esta grasa queda adherida a sus paredes y, a no ser que se laven a mano con agua caliente y un buen desengrasante, resultan siempre pringosos. Con el detergente habitual no es suficiente.
En el lavavajillas quedan exentos totalmente de grasa.
Pero si están oscurecidos y queréis recobrar su color primitivo, después de bien lavados echarles agua hirviendo con el mismo volumen de lejía de manera que se cubran las partes coloreadas o feas.
Comprobareis que inmediatamente pierden el “desteñido” y aparecen con su color.
Si no fuera así, añadir algo más de lejía, pero, ¡ojo! para que esto funcione el agua tiene que estar hirviendo.
Podéis meter incluso en el microondas un bol lleno de agua y lejía a partes iguales, como anteriormente, y cuando vaya a empezar a hervir volcarla en el interior de estos tuppers coloreados. Acararlos después con agua y detergente, secarlos y os quedarán como nuevos.
7.  Aunque se sugiere añadir al agua de lavado de las verduras que se van a tomar crudas unas gotas de lejía, yo no lo aconsejaría salvo en el caso de las embarazadas que no tienen anticuerpos contra la toxoplasmosis.
Esta lejía no puede ser la normal que usamos para la ropa, sino que tiene que especificarse en el envase que sirve para uso alimentario y que no lleva plomo.
Hoy tenemos ya en el mercado productos específicos para higienizar esta agua de lavado.

CÓMO CONSERVAR QUESO RALLADO
Si usáis frecuentemente queso rallado podéis tenerlo siempre formando parte de vuestra “despensa fría”.
Hay muchísimos artilugios caseros, rápidos y cómodos para prepararlo en el hogar, desde un robot multifunción, a los clásicos ralladores manuales de siempre, con o sin pilas, y rallándolo vosotros sabréis siempre lo que estáis comiendo.
Podréis incluso aprovechar algún resto que se ha quedado duro en la nevera por cualquier motivo, o uno que habéis comprado a propósito para rallarlo, y os ahorraréis bastante dinero puesto que el que os venden ya rallado y envasado es bastante más caro que el mismo tipo en pieza, y si es barato, ¡mucho cuidado porque puede llevar hasta ¡cortezas ralladas!
Guardar este queso recién rallado en un tupper redondo, lleno hasta arriba, comprimiéndolo un poco incluso con los dedos para que quede muy poco aire entre todas las partículas finas del interior.
Cerrarlo, levantar la tapa o la lengüeta para expulsar el poquísimo aire que queda en su interior y guardarlo en una zona fría de la nevera. Os durará así muchos días.
Si un día usáis la mitad nada más de este tupper, guardarlo lo más rápidamente posible de nuevo en la nevera, después de haber sacado el que necesitabais y recordar que esta segunda mitad se os conservará peor porque ya tiene aire en su interior.
Vigilarlo y antes de que críe moho, consumirlo.    
Si queréis una conservación más larga congelarlo, como siempre al máximo de frío, y si lo usáis muy a menudo, también lo podéis tener casi permanentemente en el congelador, formando parte de vuestra “despensa congelada o fondo de congelador”.
El queso rallado, como el pan rallado o el perejil picado, tiene la ventaja de que aunque esté congelado no forma un bloque compacto, sino que se puede retirar con la punta de un cuchillo pequeño la cantidad que se necesita, sin descongelarlo, guardando de nuevo el resto en el congelador.

¿QUÉ PASA SI LAS PATATAS PELADAS SE ECHAN DESPUÉS EN AGUA?
 Todavía veréis como consejo muy útil tanto en revistas que presumen de tener trucos muy eficaces como en muchos programas de televisión que las patatas después de peladas se echan directamente en agua.
Si, por las necesidades del “guión”, estas patatas no se van a cocinar inmediatamente después, efectivamente para que no se “oxiden” y ennegrezcan hay que ponerlas en agua que evita este oscurecimiento.
Pero si se trata de vuestras casas, salvo que realmente tengáis un problema gordo y no podáis hacer la receta de un tirón, es preferible pelar esas patatas en el momento en que se van a cocinar.
Si vais a elaborar una receta con varios ingredientes, entre ellos muchas hortalizas, verduras y patatas…, limpiar y preparar antes todas ellas y dejar las patatas para el final.
Pelarlas entonces siempre con un
pela patatas, que es el que menos piel retira y por tanto menos vitaminas que aunque están en toda la patata se concentran más en la piel, lavarlas debajo del grifo ya peladas, secarlas enteras y a continuación cortarlas y añadirlas al guiso o sopa que estéis preparando en ese momento, o bien freírlas si es que las vais a servir así.
Si las ponéis en agua, y muchas veces lo hacen incluso ya cortadas en palitos o en cubos, todas las sustancias interesantes de las patatas solubles en agua, entre ellas la vitamina C y las del grupo B y los minerales como el calcio, el magnesio y sobre todo el potasio se solubilizarán en esta agua y se perderán.
¡Y esta pérdida lógicamente es mayor si están cortadas puesto que la superficie en contacto con el agua también es más grande!
Lo que muchos no saben es que la patata cocida siempre con su piel, al vapor, en el microondas sin añadir nada de agua, o en el horno es una fuente fantástica de potasio, 570 miligramos por cada 100 g de parte comestible, mientras que el plátano que es el que siempre se recomienda en los estados carenciales de potasio tiene solo 350.
Y el aguacate también tiene más que el plátano 
400 miligramos.
Otras verduras que también contienen mucho potasio son las acelgas 550 mmg, las alcachofas 430 y las espinacas 420… por eso no debemos perderlo al cocinarlas.
Independientemente de este hecho, refiriéndonos solamente a su sabor, unas patatas cocidas con su piel y por los 3 métodos que os acabo de explicar, no tienen nada que ver con otras que se han cocido enteras con piel y sumergidas en agua, o enteras y ya peladas,   o  peladas y“torneadas” como nos las sirven en los restaurantes cocidas también cubiertas de agua, que son muy “monas” pero que al mascarse solo saben a agua.
Cocidas con piel, al pelarlas quedan con un color un poco más oscuro que si se hubieran cocido ya peladas, pero el sabor y su valor nutricional son totalmente diferentes, ¡ni punto de comparación!
Aparte está, como ya vimos, que se comportan como un
hidrato de carbono de absorción lenta y por tanto engordan menos.
Conozco a personas, entre ellas una magnífica periodista, que cuando toma cocido madrileño en lugar de tomar pan con el chorizo, morcilla y tocino del mismo, toma las patatas que le acompañan y pasamos de consumir  258 calorías del pan a   las 79 que tienen las patatas.
Pero si un día peláis patatas y de repente os surge algo y no las podéis cocinar hay 2 maneras de conservarlas sin que pierdan propiedades y se ennegrezcan, y por supuesto sin meterlas en agua:
   Secarlas con papel absorbente de cocina, pegarles individualmente muy bien pegada lámina de plástico transparente que se adhiera bien, 2 vueltas por ejemplo, y guardarlas inmediatamente en la nevera, o
   Secarlas muy bien como anteriormente, meterlas en las llamadas “bolsas de congelación” de las que ya hablamos en su día, cerrarlas perfectamente con el sistema que llevan y hacer el vacío hasta que comprobéis que ya no queda nada de aire. Guardarlas también en la nevera.
Los resultados en ambos casos son estupendos y después las podéis usar para el uso previsto, fritas, guisadas…
Para cocerlas siempre habrá que escoger variedades de patatas especiales para ese uso, y preferiblemente pequeñas, porque son mucho más “finas”, aunque luego se tarde algo más en pelarlas.
Y en España debe haber muy poco consumo de estas “patatitas” porque aunque se encuentran, no es fácil. Lo normal es encontrarlas mezcladas y nornalmente medianas y alguna gorda.
Deberíamos poder comprar patatas gordas, muy gordas para pelar y freír o hacer guisos, y patatas pequeñas   para cocer enteras con piel.
Únicamente cuando se van a elaborar “patatas paja” hay que lavarlas cuidadosamente después de cortadas, con agua fría para que pierdan precisamente el almidón y después de fritas, al ser tan finitas queden sueltas sin pegarse unas con otras.
Pero en el caso de “nidos de patata” que yo creo que solo se toman ya en restaurantes, como interesa que al freírse se peguen entre sí y adquieran la forma del molde en el que se fríen, “el nido”, no se lavarán nunca.

POR QUÉ ES NECESARIO TOMAR FIBRA EN NUESTRA DIETA
La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda un consumo diario de por lo menos 30 g de fibra, algo que muchos no toman, como los miles y miles que consumen pocas verduras y frutas, o ningunas.
Sin embargo nuestros antepasados consumían bastantes más fibras que nosotros porque sus alimentos estaban en general menos refinados y eran más naturales y también porque nuestra alimentación actual es más rica en carnes y productos lácteos que no tienen ninguna.
Las fibras de los alimentos no son digeridas en nuestro intestino sino que pasan a través de él ejerciendo una labor de “desatrancador” y desembocan en las heces. Pero tienen muchos efectos beneficiosos:
1.  Como permanecen durante cierto tiempo en el tracto intestinal nos dan sensación de saciedad durante más tiempo, calman nuestro apetito y tenemos hambre menos a menudo.
2.  La comunidad científica está de acuerdo en que retrasan y disminuyen la absorción de glucosa de los hidratos de carbono de absorción rápida, es decir reducen la secreción de insulina, algo muy ventajoso en el caso de los diabéticos que se regularizan mejor, y en los caso de adelgazamiento haciendo que  puedan comer algo más porque van a “engordar” menos.
3.  También reducen la absorción del colesterol en las personas que sufren de colesterolemia.
4.  Como no se digieren sino que absorben o retienen agua, regularizan el tránsito intestinal evitando el estreñimiento intestino y disminuyen la aparición del cáncer de colon.
5.   Arrastran una pequeña cantidad de grasa que aparece en las heces.
6.  Los alimentos ricos en fibra necesitan masticarse más y nos obligan a comer más despacio y por tanto a comer menos.
7.  Se adelgaza mejor y más deprisa consumiendo alimentos ricos en fibra y se mantiene mejor el peso perdido.
Aunque se podría vivir sin consumir fibras, para regularizar el peso y no padecer estreñimiento sería casi imposible.
Los alimentos ricos en fibra son las verduras y hortalizas, las legumbres, las frutas, los cereales integrales, las frutas secas y los frutos.
La cantidad de fibra que tienen en general las verduras es mayor que la que contienen las frutas y parece ser además que calman más el apetito y hacen que en las 2 o 3 horas después de su ingesta no haya sensación de hambre.
Por ello es mejor, siempre que sea posible, tomar en todas las comidas conjuntamente alimentos con fibra, con hidratos de carbono y con proteínas, que tomar en una comida verduras solas, y en otra comida proteínas solas, justo lo contrario de lo que aconsejan algunas “dietas milagrosas” con las que efectivamente se pierde peso, y además muy deprisa… y también la salud.
También es preferible tomar, en el desayuno, una fruta entera masticada, acompañada de su fibra que un zumo que ya no la tiene o pan o cereales integrales mejor que muy refinados.
Y en la comida o la cena mezclar una verdura cruda o cocinada junto con legumbres o pastas y arroz integrales. Si éstos últimos no gustan, acompañar entonces el arroz o las pastas normales siempre con verduras, judías verdes o calabacines con el arroz blanco, pisto con las pastas…
Junto a la fibra hay que tomar agua, en ayunas por ejemplo un buen vaso, a media mañana y media tarde otro, y durante las comidas. Hay que olvidar ese bulo de que el agua que se toma junto con las comidas engorda. El agua es la única sustancia que tiene 0 calorías y por tanto no engorda nunca.
Cuando se está adelgazando el cuerpo produce más desperdicios y para eliminarlos hay que beber más agua de lo que se acostumbra que puede ser en forma de sopas frías o calientes, de infusiones, aguas minerales, zumos de frutas naturales sin azúcar añadida, zumos vegetales de tomate…

POR QUÉ NO DEBEN PELARSE NUNCA LAS BERENJENAS
La berenjena es una hortaliza cuyo fruto, que es lo que comemos, tiene una piel lisa, brillante y de colores diversos según la variedad, aunque la más común es la de color morado oscuro casi negro y es a la que me voy a referir pues en su piel se han identificado unos pigmentos que le confieren este color, las antocianinas, compuestos bioactivos muy interesantes que pertenecen a la familia de los flavonoides.
Entre los muchos alimentos que consumimos y que tienen antocianinas recordemos los arándanos, las frambuesas, las zarzamoras o moras, las cerezas, las ciruelas y uvas de color morado, la remolacha y sus hojas si están frescas, la col lombarda, los rabanitos…
Aunque no tuvieran estos principios bioactivos, las pieles de muchas hortalizas y frutas contienen más cantidad de fibra, tan importante para nuestra salud, que el interior. Y en el caso de las berenjenas también la tienen en sus pequeñas semillas internas.
En el único caso en el que no vamos a utilizar su piel sino solamente su pulpa es en el “caviar de berenjenas”, pero estas enteras se pueden usar como contenedores de dicho aperitivo.
El interés por estos pigmentos antociánicos se ha intensificado recientemente debido a sus propiedades farmacológicas y terapéuticas.
Un estudio ha afirmado que el consumo habitual de estas antocianinas reduce la posibilidad de sufrir hipertensión.
Independientemente de estos estudios yo nunca he pelado las berenjenas pues en todas sus preparaciones culinarias su piel firme y ligeramente crujiente contrasta perfectamente con la suavidad de su pulpa.
Tampoco hay que pelar nunca los rabanitos, precisamente por las antocianinas de su piel, ni los redonditos que están por todas partes y son tan bonitos si están frescos, ni los alargados y más grandes que yo he visto en la huerta murciana.
Como se van a consumir siempre en crudo, aunque suelen venir muy limpios lavarlos siempre debajo del chorro del agua fría y si llevaran tierra, algo poco frecuente, frotarlos bien incluso con estropajo verde.
Aunque la mejor época para el cultivo de la berenjena es el verano, hoy se encuentra durante todo el año al ser cultivada en invernadero cuando las temperaturas bajan.
Su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con otros frutos, verduras y hortalizas pues contiene escasas vitaminas, hidratos de carbono, proteínas y minerales siendo el componente mayoritario el agua, en un 92% de su composición.
Pero como su contenido calórico es muy bajo, tan solo23 calorías por 100 g, se pueden tomar gran cantidades que nos van a saciar pero no engordar, siempre que se cocinen de la manera adecuada.
Si se cocinan simplemente en su jugo en el microondas, sin añadirles nada en absoluto, pero siempre bien tapadas para que no se arruguen ni resequen, nos servirán después para elaborar la famosa moussaka, o una lasaña con ellas en lugar de pasta, para un pisto, para rellenarlas, para la escalibada, para una caponata…
Pero rebozadas únicamente con harina, o con harina y huevo, o con una pasta especial del tipo de las gambas con gabardina, o en tempura… pueden llegar a alcanzar las 250 o 300 calorías y habría que moderar su consumo bajo esta forma, por muy ricas que estén.

CUÁNDO USAR GUANTES DE GOMA, QUÉ TIPOS Y TRUCO PARA QUE DUREN MÁS
Os recomiendo usar guantes de goma en varias ocasiones.
1.  Para fregar y recoger cocinas y cuartos de baño.
Cuando hay que fregar las ollas o sartenes que no se deben meter en el lavavajillas porque se estropean y además no quedan bien, si sois vosotros los que recogéis la cocina entera, y me da igual que seáis mujeres que hombres, os aconsejo que os pongáis guantes de goma para proteger vuestras manos. A la larga se nota… ya lo veréis.
Eso de que el lavavajillas “mima” vuestras manos es “un cuento chino”, nada más.
Aunque “gato con guantes no caza ratones” es cuestión como todo de acostumbrarse.
 2.  Para empezar a trabajar en la cocina.
Si tenéis las manos delicadas, o vais a pasaros mucho tiempo en la cocina, os aconsejo poneros los guantes desde que  empezáis a trabajar, para limpiar, pelar, cortar, lavar, manipular… todos los alimentos, verduras, carnes, aves, pescados…
Incluso pueden permanecer puestos durante todo el tiempo de cocinado, si son los que os voy a recomendar.
3.  Para sacar y meter del microondas recipientes que están realmente calientes. Si estos guantes son demasiado finitos y el recipiente ha estado mucho tiempo “trabajando” en el microondas, como es el caso de los pimientos “asados”, necesitaréis una protección mayor, manoplas gordas almohadilladas de algodón o especiales para horno.
Pero para un uso normal, son más que suficientes.
 4. Cuando se manipula con lejía, amoníaco, desatascador o productos delicados o peligrosos
 5.  Si se tiene jardín o macetas y se trabaja con tierra o malas hierbas
 6.  Para todos los que tienen las manos delicadas o algún tipo de eczema o alergia que no sea al látex 
Muchos profesionales como ciertos médicos, enfermeros, analistas… los llevan durante toda su jornada laboral, ciertos carniceros, pescaderos, los que que cortan embutidos y quesos al corte… pero no todos desgraciadamente, así como los manipuladores de la industria alimentaria a los que no vemos, pero que los llevan.
Pueden ser de
un solo uso, como los que lleva el personal sanitario, pero en mi opinión son demasiado cortitos, solo hasta la muñeca, y al no tener ningún revestimiento interior, en el hogar ”sudan” y las manos están permanentemente húmedas, lo cual tampoco es demasiado bueno.
Aunque los que me seguís ya sabéis que no me gusta hacer publicidad de ningún tipo, en este caso sí que me voy a permitir recomendaros unos guantes, dentro de la misma marca, que deben ser los más caros del mercado, pero indudablemente resultan los más baratos porque son los que más duran… ¡y con diferencia!
Son los de color verde clarito llamados segunda piel, y aquí por una vez el eslogan es cierto, ya que se adaptan tan bien al no ser nada rígidos que permiten hasta pelar gambas, langostinos… o pimientos asados con ellos puestos.
Están fabricados en látex natural con una tecnología de mucha calidad que los hace más resistentes y adaptables, y son tan suaves al tacto en su interior que son los más agradables de llevar durante muchas horas seguidas debido al algodón 100% que llevan por el revés formando una capa finísima, y solo se humedecen después de mucho tiempo puestos.
¡Buscarlos en diferentes puntos de venta pues puede haber más de 1 euro de diferencia entre unos sitios y otros!
Si vuestras uñas están ligeramente largas tener la precaución de que no os queden demasiado ajustados, tampoco grandes sino holgaditos, para no romperlos precisamente por esa zona.
Y si de repente notáis que se han roto por algún sitio, porque en uno de los guantes, normalmente el derecho en los diestros, está mojado por dentro, aunque sea poquito y aunque a simple vista no se vea nada, volverlos del revés, secarlos bien con un paño, esperar varias horas para que estén completamente secos e hincharlos insuflándoles aire con la boca para saber en dónde exactamente está el agujerito.
Taparlo con una gota del
pegamento glue, sin que chorree, manipulándolo con mucho cuidado porque si cae en cualquier otra superficie, la encimera de la cocina por ejemplo, o una mesa… directamente os la estropeará.
Colocaros siempre alguna protección debajo, una bolsa de plástico, varias capas superpuestas de papel de cocina, un periódico, una revista…
Si veis que no ha sido suficiente, repetir la operación al día siguiente.
¡Es un truco un tanto “chapucero”… pero que suele funcionar si el poro es pequeño!
Como el auténtico glue suele ser bastante caro, compraros cualquiera de las imitaciones baratas que encontraréis con facilidad, y mejor en forma líquida y con pincel que en tubo… porque se seca menos, aunque inevitablemente se acaba secándose. ¡Yo lo guardo en la nevera una vez abierto!
Y para todos los demás usos también os recomiendo de esta marca citada anteriormente los que son mitad azules y mitad verdes, que se llaman “triple capa” y son muy duraderos. Estos sí que sirven para sacar recipientes muy calientes del microondas puesto que son gorditos, pero con ellos no se pueden realizar las operaciones delicadas que os he citado anteriormente porque no se adaptan tan bien a las manos.

EL BIZCOCHO MÁS SANO Y MENOS CALÓRICO
1.  ¿Por qué es el más sano?
Porque lleva únicamente ingredientes naturales, ni siquiera levadura química aunque ésta no sea mala.
2.  ¿Por qué es el que tiene menos calorías?
Porque no lleva nada de grasa, ni aceite ni mantequilla, nada.
3.  Además es el más sencillo pues solo consta de 3 ingredientes, se elabora y se hornea de maravilla en muy poco tiempo, y si se quiere aprovechar el calor del horno y rentabilizar la energía gastada, se pueden hornear al mismo tiempo 2 moldes ya que congela estupendamente.
Se denomina “bizcocho genovés” y es la base de todas las tartas que llevan bizcocho. Yo desde luego lo uso para todas salvo naturalmente las que se confeccionan encima de una pasta sableé.
Como las cremas que lo van a acompañar, ya sean de mantequilla, moka, nata, chocolate, trufa, limón, queso… llevan ya grasa, no hay ninguna razón para añadirla también al bizcocho haciéndolo más pesado y, sobre todo, más calórico.
Como se tarda tan poco en prepararlo y hornearlo, puede valer para desayunar en lugar de galletas, magdalenas o bollería industrial…
Para un molde redondo de 24 centímetros de diámetro, antiadherente o de silicona, lo que prefiráis los ingredientes serían:
  4 huevos gordos de 62-72 g
  100 g de harina de trigo normal
100 g de azúcar
Se puede hacer más o menos grande, guardando siempre la proporción entre los huevos y el azúcar y la harina que deben ir a partes iguales, por ejemplo 6 huevos 150 g de harina 150 g de azúcar.
1.  Empezar por precalentar el horno en función turbo = ventilador = aire caliente envolvente, a 160º para que esté ya caliente cuando tengamos la masa del bizcocho ya preparada.
2. Pesar la harina y el azúcar.
3. Volcar los huevos enteros y el azúcar en un bol o ensaladera grandes pues esta mezcla va a triplicar su volumen y tenemos que tener mucho espacio libre.
4. Introducirlo en la pila de la cocina en la que hayáis almacenado agua muy caliente de vuestro calentador.
5. Con unas varillas
preferentemente eléctricas, como las de montar claras, empezar a batir a la velocidad máxima sin parar en ningún momento. Pueden valer las que algunas minipímers modernas, buenas y potentes llevan.
6. Veréis, como por arte de magia, que esta mezcla va creciendo y creciendo hasta triplicar su volumen.
7. Sacar entonces este recipiente del agua y seguir batiendo de la misma manera hasta que se enfríe un poco.
8. Añadir poco a poco la harina en “forma de lluvia” incorporándola suavemente con un tenedor, nunca con las varillas, aunque podéis seguir usándolas puesto que están manchadas pero desenchufadas, como si se tratara de un batidor manual.
9. Cuando esta mezcla esté homogénea y no haya ningún grumito, y si lo hacéis como os indico es imposible que lo haya, volcarla en el molde escogido.
10. Introducirlo en el horno que ya estará caliente y hornearlo durante 6 o 7 minutos nada más.
11. Pincharlo en el centro con una aguja finita, o un palillo largo, no con un “sable”. Debe estar morenito por fuera y la aguja tiene que salir limpia.
12. Sacarlo del horno poniéndoos unas manoplas de horno, y en cuanto no queme desmoldarlo sobre una
rejilla especial, o la del horno si os sirve. Si se deja enfriar en el molde con su calor residual se puede resecar.
13. Cuando esté totalmente frío, abrirlo por la mitad, emborracharlo si así lo indica la receta, rellenarlo, cubrirlo…o congelarlo si habéis hecho 2. 
Consejos de cocina y nutrición
  Aunque este bizcocho se puede preparar en ese robot que muchos tenéis, “montando” los huevos enteros con la mariposa 6 minutos velocidad 4 y sin calor, esta mezcla no crece tanto porque, aunque retiréis el cubilete como yo os aconsejo en mis libros, seguimos trabajando en un recipiente prácticamente cerrado, un vaso tapado, y las burbujitas de aire que se deben crear no son tan abundantes. Los huevos “blanquean” aunque no quedan tan aireados, pero para muchos pueden valer.
Lo mismo sucede al montar claras de huevo, se montan, pero no quedan tan esponjosas.
  Si usáis el horno con relativa frecuencia, adquirir unas manoplas especiales. Los profesionales siguen usando “trapajos” porque ya se han acostumbrado a trabajar de esta manera y tienen después todo un séquito de “ayudantes” que limpian todo lo que ellos manchan, por no pensar ni en la productividad ni en la organización, pero imagino que vosotros no tenéis “súbditos” y os interesa trabajar lo más cómoda y rápidamente posible manchando lo mínimo.   
  En mis recetas, mientras no os diga lo contrario, usar harina de trigo normal, sin “triquiñuelas” añadidas… para cobrar más.  
 Para echar la harina en forma de lluvia volcarla en un colador grande de malla finita e ir dándole golpecitos. A medida que la harina va cayendo vosotros la vais incorporando con el tenedor.
  Si queréis congelarlo, esperar a que esté totalmente frío, espolvorearlo ligeramente por las 2 caras con azúcar glas para que no se pegue a la bolsa, introducirlo en una buena bolsa de congelación, expulsar bien el aire del interior  y congelarlo al máximo de frío.

CÓMO CONGELAR LA PAELLA Y QUE NO SE NOTE
Ya vimos en el post de cocinar 1 día para varios lo cómodo y práctico que resulta hacer varias raciones de más o preparar ciertos platos ya cocinados del todo o a punto de terminar y congelarlos después, como la base de la tortilla de patata.   
Además de este gran invento, podéis preparar el sofrito completo de una paella con todas sus verduras, el pollo, el conejo o el pescado y marisco cocinados, es decir todo el “fondo” de la paella, a falta tan solo de echar el arroz y el caldo que también puede estar congelado.
Es algo fantástico pues podéis terminar de hacerla hasta un día de fiesta, sin manchar para nada la cocina puesto que lo que realmente mancha y salpica es sofreír todas las verduras y sus demás ingredientes.
Si la vais a elaborar en donde realmente queda mejor, en una paella que muchos todavía siguen llamando paellera, y vais a elaborarla para varias personas es casi indispensable contar con un difusor que se pueda acoplar a una cocina de gas que raramente todavía tendréis, o a botellas pequeñas de camping gas que se instalan en jardines y terrazas.
(Quiero aclararos que estos enlaces que os coloco son simplemente para que veáis de qué artilugios se trata si no los conocéis, pero en absoluto para que los compréis allí pues seguro que los encontráis más baratos.)
Los pasos a seguir serían los siguientes:
1.  Descongelar esta base o fondo de paella en la nevera como siempre, sacándolo del congelador la noche anterior.
2.  Un rato antes de la comida volcarlo en la paella y cuando esté hirviendo echar el arroz y removerlo bien con una cuchara de madera.
3.  Añadir la cantidad de caldo que acostumbréis, en principio el doble que de arroz, que también habéis congelado separadamente, o uno de los que vienen ya en tetra brik, si os gustan, y calcular unos 13′ o 14’de cocción.
Lo importantísimo es que el arroz cueza por igual para que no quede duro por algunos sitios y pasado por otros, y en las cocinas caseras, sobre todo en las placas de vitrocerámica, es difícil conseguirlo a no ser que dispongáis de un fuego especial ultra grande.
4.  También la podéis terminar de cocinar, si la tenéis, en una plancha eléctrica, de las que ya hablamos, que al tener un gran diámetro reparte el calor por igual y al ser de bordes altos no mancha nada y nos puede resultar cómoda para cocer este arroz.
Ahora resulta, ¡y cada día recibe uno más sorpresas!, que este recipiente que es fantástico como plancha de alimentos, como la mayoría de las personas adquieren una rectangular casi planita, porque es de las que se suelen ver en la tele, por supuesto sin tapa, para ampliar su mercado y competir con las ollas y demás robots programables, le han cambiado el nombre y ahora la llaman cazuela o multicazuela y ¡por ello muchos de vosotros no la habéis encontrado al buscarla como plancha!
Pues sintiéndolo mucho, para elaborar la paella desde el principio, así como para sopas, guisos, carnes no os la recomiendo porque vais a tardar muchísimo y gastar un montón de energía y no son, ni de lejos el recipiente adecuado.
Me lo habéis oído decir y leído que “en la lavadora no se pueden lavar los platos, y en el lavaplatos no se puede lavar la ropa”.
¡Seamos consumidores exigentes e informados … y no nos dejemos “comer el coco”! 
5.  Si sois menos exigentes, no sois valencianos ni alicantinos, los grandes sibaritas de este magnífico plato, y queréis disfrutar de un arroz tipo paella que ya no le llamaríamos paella sino arroz con pollo, conejo…, tendríais tan solo que calentar este sofrito en vuestra olla superrápida, cuanto más diámetro tenga mejor añadir el arroz rehogarlo agregar el caldo y programar 2 minutos.
Luego, mientras la válvula de presión va bajando, ya no tenéis que estar en la cocina y podéis aprovechar para poner la mesa, preparar una ensalada que es el acompañamiento perfecto, o hacer otras muchas cosas para aprovechar vuestro tiempo al máximo.

9 CONSEJOS PARA RENTABILIZAR AL MÁXIMO TU LIMPIA POLVO, LIMPIA CRISTALES Y QUITA GRASAS
Hoy vamos a hablar de otros productos de limpieza, en este caso del limpia polvo de muebles y puertas, del limpiacristales y del quita grasas potente para ciertos utensilios.
I. El limpia polvo que normalmente viene ya en spray para que el polvo de los muebles, al pasar después una bayeta o un paño seco se adhiera con más facilidad.
La verdad es que no me gusta demasiado porque mis muebles son lacados en blanco y, por la zona en la que vivo y el tipo de ventanas herméticas de pvc que tengo no hay mucho polvo.
Pero seguro que a muchos de vosotros os gusta.
Yo os recomendaría, como siempre, el que salió hace tiempo y sigue existiendo junto a sus competidores, pero en cuanto la bayeta del polvo con la que estáis limpiando esté ligeramente húmeda, ya no echaría más producto encima de los muebles, porque eso de que “los nutre y mima” no deja de ser una estrategia comercial.
Seguiría quitando el polvo únicamente con el producto que ya lleva la bayeta.
De todas maneras si vuestros muebles son oscuros, y también los he tenido, y veis que realmente os facilita la retirada de este polvo porque hay mucha electricidad estática en el ambiente utilizarlo, pero siempre en pequeña cantidad.
Puesto que hay varios y queréis probar, empezar por el más barato, contando siempre con la cantidad que lleva el interior de cada envase, y si no os gusta, ir probando los demás hasta experimentar con el más caro.
También parece que sirven muy bien para quitar el polvo los paños o bayetas de micro fibra en las que el polvo se adhiere con gran facilidad, aunque para este caso nunca los he probado.
Incluso hay “manoplas "de este material que son comodísimas porque no necesitáis ni paño, simplemente la manopla puesta en la mano.
Nunca desde luego el plumero que lo único que hace es desplazar el polvo de un sitio a otro manteniéndolo durante mucho tiempo en suspensión en el ambiente, algo nefasto para los alérgicos… ¡aunque no sean alérgicos al polvo!   
II. El limpiacristales, también de marca y el de siempre que, a parte de que me parece el mejor para cristales y espejos, sirve para otras muchas cosas siempre que lo trasvaséis a un envase de plástico con espray.

1. 
Si tenéis una campana extractora de humos encima de la placa de calor y no dejáis que se engrase en exceso, pulverizando este limpiacristales por toda su parte exterior y frotando a continuación con un paño de algodón que no deje pelusa, o de fibra os quedará estupenda. Sobre todo si tiene mucha superficie visible porque cuelga bastante del techo y está poco o nada empotrada, como muchas modernas que se colocan en cocinas con “isla central”.
Si tenéis que instalaros una nueva campana porque hacéis obra en la cocina, para que ésta se engrase lo menos posible escoger una grande que cubra, si puede ser, incluso algo más que la superficie de la placa de calor.
Y que tenga una buena potencia para que su capacidad de succión sea muy fuerte. ¡No os podéis imaginar lo que vais a ahorrar después en limpieza general de la cocina!
2.  Si tenéis mesitas todas de cristal, o solo la superficie, o de mármol, o de metacrilato que ahora se lleva menos pero que hace unos años estaba de plena actualidad, o estanterías de cualquiera de estos materiales, este limpiacristales es lo mejor que hay.
3.  Para la pantalla de la televisión y si vuestro ordenador es de sobremesa como los míos, para su pantalla y su teclado que quedan estupendos. No se os ocurra pulverizar encima del teclado. Con que el paño con el que vais a limpiarlo esté húmedo será suficiente.
4.  Y los mandos de la tele o del DVD si lo tenéis, así como los teléfonos tradicionales de sobre mesa, o los más modernos de manos libres e inalámbricos, quedan también muy bien, tanto el soporte como el auricular, pero nunca pulverizarlos por encima porque el líquido en sí o la humedad que se crea pueden estropearos el sistema de audición.  
5.  Para el microondas tanto por fuera. porque lo han hecho funcionar con las manos sucias, como por dentro si está muy poco sucio, este limpiador al llevar algo de alcohol os vendrá muy bien. Nunca lo pulvericéis por dentro, solo con el paño húmedo, y por fuera podéis pulverizar la puerta y los costados si no está empotrado, pero nunca las rejilla de aireación… porque lo estropeareis. Aunque este líquido salga muy pulverizado puede afectar al sistema eléctrico interior.
6. Las mamparas de cristal de los platos de ducha o de las bañeras también se limpian muy bien con el limpiacristales, aunque algunos prefieren tener un spray casero de los que ya os he puesto fotos con una solución mitad agua, mitad amoniaco.
Si vivís en una zona donde el agua es muy calcárea, secarla cada vez que la uséis aunque sea rápidamente porque los residuos de cal son mucho más difíciles de quitar si se acumulan y resecan.
Ya hablaremos en otro post de las juntas negras de estas mamparas.
7.  Si las baldosas o los revestimientos cerámicos o de mármol de las paredes de vuestros cuartos de baño y cocina tampoco están muy sucios, también os servirá este limpiacristales. Se pulveriza, se frota con lo que se seca, no hay que aclarar y queda brillante. Para evitar que queden como ”sombras” utilizar paños de micro fibra. Si vivís en una gran ciudad, el paño os saldrá grisáceo debido a la polución.
Si estas paredes de la cocina están muy grasientas, podéis usar, siempre en pulverizador, la solución de mitad agua, mitad amoniaco aunque en otro post ya os explicaré por qué no soy muy partidaria de este producto químico.  
III. Un quita grasas que solo utilizo esporádicamente y siempre con agua caliente para fregar algún tupper grasiento que no cabe en el lavavajillas, o para alguna botella de aceite que voy a volver a usar, o para la frasca como la de la foto pero con capacidad de 1 litro nada más y con tapón donde guardo mi aceite aromatizado casero, o para un spray o atomizador de aceite rellenable de cristal o de acero si lo usáis y que, de vez en cuando, hay que vaciar y fregar.
Cuando pasa 1 mes, en el caso de la frasca, por mucha agua caliente  y por mucho lavavajillas líquido que se use, no se termina de quitar la grasa del fondo. Y con 1 o 2 pulverizaciones de este quitagrasa, algo de agua caliente y agitando fuertemente, se queda perfecto, listo para volver a llenar. Y en el lavavajillas, aunque quitéis previamente “lo más gordo” con una servilleta de papel, a veces quedan restos.
Había uno muy bueno “Quita” que ha desaparecido, y ahora hay alguno moderno, en “pistola” y espray en el que solo pone “Quita grasa” ¡Y no tiene nada que ver con un desengrasante de horno… que es otra cosa bien distinta.

TRUCO INFALIBLE PARA CONGELAR LA TORTILLA DE PATATA Y QUE NO SE NOTE
Una de las cosas que representa una ayuda espectacular, sobre todo en una cocina organizada y productiva, es congelar la base de la tortilla de patata, de nuestra tortilla española, por muy increíble que parezca, y dura además varias semanas.
Os puede venir de maravilla 1 día que recibís amigos en casa y no vais a tener tiempo suficiente de elaborarla desde el principio, o para los fines de semana en los que no queréis trabajar ni manchar la placa de calor.
Ya vimos lo práctico y cómodo que resultaba cocinar 1 día para varios, aunque a pesar de estas ventajas los platos preparados en 2010 han alcanzado un volumen de venta de 484 millones de kilos y una de las comunidades que más los consumen son las Canarias que por otro lado es una de las que mayor sobrepeso presenta.
Pues ese día en el que estamos cocinando podemos tener “tiempos muertos”, es decir momentos, por ejemplo, entre removidos, o mientras se está cocinando cualquier cosa en la olla o en el microondas, en los que no tenemos nada que hacer, y como se trata de rentabilizar al máximo nuestro tiempo para poder hacer muchas cosas, por lo menos todas las que nos gustan o nos proporcionan algún beneficio, se puede aprovechar para no estar de brazos cruzados y empezar a prepararla.  
Elaborar una buena y jugosa tortilla de patata es muy fácil pero requiere su tiempo porque tanto la patata como la cebolla tardan en freírse.
Es importante seguir varios pasos:
1.  Escoger preferentemente patatas gordas especiales para freír, mucho más fáciles de pelar que las medianas o pequeñas.
2. Si no vienen ya lavadas, lavarlas, secarlas y pelarlas con un
pela patatas que es el que menos piel elimina y gran parte de sus minerales y vitaminas están concentrados justo debajo de la piel.
3. Para que no se oxiden y tengamos que ponerlas en agua, dónde también se solubilizarían sustancias importantes, cortarlas a continuación con un
corta patatas a la inglesa manual, con una mandolina si os compensa el gasto, o simplemente con el mismo pelador que acabamos de usar con el que conseguiremos tiras muy finas.
4.  Cortar con esta misma mandolina la cebolla, o con el cuchillo grande de cortar carne.
5.  Volcar estos dos ingredientes cuando el aceite de la freidora, o de una sartén honda
para que salpique menos, empiece a echar los primeros vapores, antes de que humee. Si tenéis freidora programar 160º.
6. 
Freír la cebolla y la patata hasta que empiecen a estar doraditas pero no duras, sacarlas con el cestillo de la freidora, o con una
espumadera de alambre, escurrirlas bien para que suelten la mayor cantidad de aceite posible y volcarlas en un bol en el que hayáis batido unos huevos con sal y pimienta.
Machacar bien todo el conjunto para que las patatas se empapen bien de huevo y dejarlas así unos minutos para que sigan absorbiendo huevo. Si se quedan algo secas, añadir 1 o 2 huevos más y batirlos dentro del mismo bol.
7.  Cuando esta mezcla de patata y cebolla esté bien remojada, volcarla en un tupper que se quede bastante lleno dejando un pequeño espacio vacío para la dilatación, cerrarlo inmediatamente y en cuanto esté a temperatura ambiente guardarlo en el
congelador al máximo de frío.
8.  El día que la queráis cuajar, la única precaución que deberéis tomar es sacarla la noche anterior a la nevera, pero nunca a la mesa de la cocina pues una preparación muy perecedera ya que, al ser blandita y muy sustanciosa, les encanta a numerosísimas bacterias, no solo a la
Salmonella.
9.  Si al descongelarse del todo comprobáis que esta mezcla está algo seca, porque la patata ha seguido absorbiendo huevo en el congelador, añadirle como antes 1 o 2 huevos más, mezclarlos bien y proceder a cuajar la tortilla en una sartén antiadherente.
Esta mezcla o base debe estar siempre muy jugosa para que la tortilla después también lo esté.
10.  Cuajarla en una sartén antiadherente y de bordes altos teniendo mucho cuidado de no pasarla de tiempo.
11.  Cuando calculéis que ya está dorada por ese lado darle la vuelta con un plato liso más grande que la sartén o con un vuelcatortillas que resulta mucho más cómodo y seguro.  Los hay de acero totalmente lisos, muy prácticos, de cerámica con poca forma, que también lo son, y de silicona que no he probado.
12.  Cuajarla por este segundo lado sin pasarse de tiempo. Para que esté realmente rica y jugosa, aunque no la hubiérais congelado, tiene que quedar, al cortarla, “churretosa” por dentro.
10. Si seguís todos estos pasos minuciosamente os puedo asegurar que nadie podrá sospechar que la base de esta tortilla ha estado congelada.   
Esta mezcla también se puede conservar  en la zona más fría de la nevera, a 2º o 3º, pero solo 2 o 3 días.
En ambos casos las patatas y cebollas deben quedarse bien “remojadas” en huevo ya que de lo contrario las patatas se volverían “zapateras”.  

4 RAZONES POR LAS QUE NO PUEDES VIVIR SIN VERDURAS
Si se quiere estar en forma y mantener una buena salud las verduras son imprescindibles porque una alimentación no es equilibrada sin ellas y deberían estar siempre en la comida y en la cena, en forma cruda o cocinada, en una cantidad de 200 g cada vez por lo menos, es decir 400 g en total al día, incluso más si se quiere.
Me podréis decir, “muchos no las han probado en su vida” y yo os preguntaré ¿”Están en forma o están cogiendo paulatinamente peso a medida que pasan los años?
Hay numerosos estudios científicos que demuestran todo lo que os voy a decir.
1.  Tomar regularmente verduras reduce los riesgos de varios tipos de cáncer, mama, próstata, colon…, de enfermedades cardiovasculares y probablemente del Alzheimer aunque no está totalmente demostrado pues hay otros muchos factores importantes que influyen.
¿Por qué?
Por su gran contenido en micronutrientes importantes para nuestra salud como vitaminas, minerales, antioxidantes, polifenoles… que refuerzan las defensas de nuestro organismo, protegen nuestras células y retrasan el envejecimiento. Tienen lo que se podría llamar una alta densidad nutricional.
2.  Como casi todas ellas tienen muy pocas calorías, tienen lo que se llama una baja densidad calórica, y se deben tomar en cantidad porque sacian, calman nuestro apetito y ayudan a no coger kilos.
Habrá que saberlas preparar y cocinar para que sean apetecibles sin transformarlas en alimentos muy calóricos.
Deberían acompañar siempre nuestros platos de pescado y sobre todo de carne, ya que si dichos platos son muy calóricos y tienen a su alrededor verduras abundantes, éstas harán bajar considerablemente las calorías totales de dicho plato.
En estos dos casos se consiguen 2 efectos positivos:
  El plato en su conjunto tendrá menos calorías y sin embargo  su tamaño habrá aumentado. A la vista se ve un gran plato de comida y al comerlo se queda uno plenamente satisfecho y durante más tiempo.
   La sensación de hambre se retrasará,  no se sentirá la tentación de picar y se comerá menos en la comida siguiente.
Si una carne por ejemplo muy grasa, un chuletón, se acompaña de un montón de patatas fritas, que se van a absorber muy deprisa y son además  muy calóricas, engordará mucho más que si ese mismo chuletón se acompaña de un surtido importante de varias verduras cocinadas con gracia y que ocupen más espacio en el plato que el propio chuletón, judías verdes, setas o champiñones, ramitos de bróculi y/o coliflor, pimientos verdes, rojos …
En conjunto se comerá menos puesto que las verduras, que deben tomarse crudas o “al dente”, necesitan más masticación que las patatas que están riquísimas pero que se comen rápidamente, casi se engullen, y aunque parece que sacian, esta saciedad dura bastante menos que la producida por las verduras.
Lo malo es que si este chuletón se sirve en un restaurante con varias verduras y algunas patatas para que nadie se enfade, lo “normal” es que la gente se coma las patatas… y dejen intactas las verduras, a no ser que estén ya concienciados de sus beneficios y de lo importantes que son para nuestra salud y para no coger peso.  
 3.  Como todas ellas tienen fibra ralentizan la digestión de los hidratos de carbono, también llamados glúcidos, que tomemos junto con ellas en las comidas disminuyendo su índice glucémico si lo tuvieran alto por ser hidratos o glúcidos de aborción rápida.
4.  Como además de fibra contienen mucha cantidad de agua, ¡ entre un 70 y un 90% !, parece ser que aumentan la evacuación de los nutrientes más calóricos,  principalmente de las grasas, que se absorben menos.
Como aumentan además el volumen de nuestras heces, de paso se evita el estreñimiento

9 TENTEMPIÉS SALUDABLES DE SABOR NEUTRO O DULCE PARA NO “PICOTEAR”
Ya vimos 13 tentempiés de sabor salado con un contenido calórico de 180-200 calorías.
Pero hay también toda una “batería” de sabor neutro o dulce para los que los prefieran, no solo para tomar a media mañana o a media tarde, sino para evitar picar entre horas y combatir la ansiedad o la tentación.
1.  1 yogur desnatado natural 38 calorías, sin sabores artificiales, con unos trocitos de fruta fresca añadidos por nosotros si nos apetece más.
2.  ¼ de litro de leche desnatada, fría o caliente, que solo tiene 82 calorías y mucho calcio, para los que disfruten con ella.
3.  1 fruta de un buen tamaño, 200 g, por ejemplo una manzana que tiene 92 calorías. Si está bien lavada y frotada y se toma con la piel despacito y a mordiscos sacia bastante.
Si no os apetece la manzana, sustituirla por 200 g de kiwis
84, 200 g de mandarinas 74, 200 g de naranja 70, de pera 82, de albaricoques 79, de ciruelas 88, de fresas 68, 150 g de plátano 82 …
También podría ser un zumo natural de fruta, sin azúcar por supuesto, aunque ya vimos que saciaban menos al no tener ya fibra y podía
engordar más
4.  Café o té siempre sin azúcar solos o manchados con leche y preferiblemente descafeinados, aunque no todos los científicos están de acuerdo y unos dicen que la cafeína podría ayudar en la pérdida de peso y otros justo lo contrario, que podría influir negativamente.  
5. Infusiones de todo tipo y zumo natural de limón, todos con cero calorías, endulzados con un edulcorante artificial, sacarina, aspartamo, ciclamato… Cuidado con el sorbitol y el xilitol que son edulcorantes artificiales presentes en chicles y caramelos “sin azúcar” pero que tienen casi las mismas calorías que la sacarosa.
6. 30 g de membrillo casero ¡que no lleva patata! solo limón, fruta y azúcar y tiene 68 calorías y si se toma despacito y saboreándolo saciará más y nos producirá placer. Si es industrial fijaros como siempre en su composición y en sus calorías.
7. Los frutos secos tienen bastantes calorías, 50 g de orejones tienen 140 calorías, pero masticados despacio sacian mucho.
50 g de ciruelas secas nos van a proporcionar
67 calorías y sirven además para regular el intestino, máxime si se toman en ayunas, 30 g de dátiles 72 calorías.
En cuanto a las
almendras que son las más ricas en calcio, 20 g 115 calorías, 20 g de avellanas 113 y de nueces que son las más ricas en ácidos grasos omega 3 120.
Cualquier bollo o pasta proporciona
alrededor de 250 calorías y tienen mucha grasa, normalmente mala.
8. Y beber mucha agua, siempre que tengáis ganas de tomar algo.
El agua sacia, nos hidrata por dentro y parece que ayuda a perder peso con más facilidad, aunque no hay nada confirmado.
Aunque se dice y se repite que toda la población debe beber 2 litros diarios de agua, esta idea no ha sido refrendada por ninguna investigación científica concluyente. En el caso que nos ocupa, beber 1 vaso de agua o de algún líquido sin calorías puede llenar momentáneamente el estómago y calmar posiblemente la ansiedad como por ejemplo en los fumadores que dejan de fumar.
En el caso de enfermos del riñón o propensos a cálculos si será muy recomendable beber mucha agua.      
9. El chocolate a pesar de sus muchas calorías, más de 500 por cada 100 g tiene un gran efecto cardioprotector, siempre que sea el negro, sin azúcar y sin leche  y esto parece ser debido a los polifenoles antioxidantes del cacao. Cuanta mayor proporción tenga de cacao mucho mejor, aunque resultará más amargo. Tomar trocitos muy pequeños y saborearlos despacio.
El chocolate sin azúcar por muy increíble que parezca puede tener más grasa y por tanto más calorías que el de siempre.

8 MANERAS DE CONSERVAR FRUTAS MUCHOS DÍAS
Seguro que os habéis dado cuenta de que las frutas de verano delicadas como albaricoques, melocotones, fresquillas, nectarinas, paraguayas, ciruelas de todos los colores, higos, brevas… a los 4 o 5 días de estar en la nevera encima de una bandeja, además de “pasarse”  se van sobre todo ”arrugando” porque van perdiendo humedad interior, se van deshidratando.
Esto es todavía más acusado en las neveras no frost porque hay una corriente de aire frío continua que reseca todavía más que el aire frío estático de las neveras normales.
1.  Una de las técnicas para conservar frutas durante muchos días, para las que son muy delicadas, será una de las que ya vimos en el caso de las hortalizas, un tuper grande forrado con 2 o 3 capas de papel absorbente de cocina colocando también dicho papel antes de poner su tapa.
Comprobar cada día que el papel que las rodea no está mojado para cambiarlo inmediatamente si lo estuviera.
Si os las han servido en bolsas de plástico sacarlas en cuanto lleguéis a casa pues simplemente del traslado pueden estar “sudadas” y por tanto mojadas.
En el caso de las fresas, que son de las más frágiles, secarlas incluso muy bien con papel absorbente de cocina al llegar a casa y guardarlas en estos tuppers forrados tal cual las habéis adquirido. Si las fresas están muy frescas, no demasiado maduras si no en su punto y al llegar a casa comprobáis que llevan poco tiempo recolectadas ya que a simple vista se ve, os pueden durar en la nevera 2 o 3 días, o más.
No lavar ninguna fruta antes de su conservación.
2.  Si no tenéis tuppers grandes acabo de hacer un pequeño descubrimiento porque tenía sin usar unos rollos de bayeta spontex amarillos de 600 x 40 cm que he cortado en trozos de 1,25 metros.
Colocar vuestras frutas delicadas encima de una bandeja rectangular y envolverla bien con este trozo de bayeta dándole varias vueltas y cerrando después el “paquete” por los lados con unas pinzas de la ropa o con
pinzas de cocina no demasiado estéticas, pero si muy efectivas.
Como el material con el que están fabricadas estas bayetas es muy denso, aunque no impermeable, lo que las haría “sudar”, dejan pasar el frío de la nevera pero no el aire frío, evitando así que se deshidraten y por tanto ni se arrugan ni se ponen blandas. Creo que solo los encontraréis en Makro o en Internet y el artilugio funciona tanto en las neveras normales como en las no frost.
Si os gusta mucho esta fruta de verano y os encontráis con 2 o 3 kilos, es un método genial para que no se estropeen y no tener que ir a menudo a la frutería ya que permanecen tersas y estupendas durante más de 10 días.   
 3.  En otras ocasiones bastará con volcar las frutas encima de una bandeja de porespan, de plástico, o de cristal y guardarlas tal cual en la nevera, como naranjas, mandarinas, manzanas… aunque si éstas últimas van a durar varias semanas, porque os las han regalado o habéis comprado muchas, el “truquito” que os acabo de explicar también va muy bien y no se arrugan nada. ¡Hasta los limones duran meses sin encogerse!
 4.  A veces os interesará “pegar” a cada fruta individualmente plastifilm, como en el caso de las hortalizas voluminosas, por ejemplo los aguacates si están ya en su punto justo de maduración y la piña entera.
En cuanto a los plátanos, a diferencia de otras frutas maduran después de cosechados, lo cual es una ventaja para su recolección y su posterior transporte al poderlos cortar muy verdes. Encima de la mesa de la cocina y a temperatura ambiente, aunque se hayan comprado muy verdes, maduran a medida que pasan los días.
Para conservarlos enteritos, cuando ya estén en su punto y no queráis que se os “pasen”, envolver cada uno en plastifilm y colocarlos luego todos juntos en una bandeja en la nevera. Se pondrán oscuros y feísimos por fuera, pero por dentro seguirán duros, casi como los dejasteis, porque el frío ralentiza muchísimo el proceso de maduración que no se para del todo nunca. ¡Y se trata de servirlos en la mesa ya pelados… para que no os los rechacen!
¡ Pero si los metéis en la nevera ya blanduchos y “pasados”… blanduchos saldrán!   
5.  Si la piña está ya abierta y no se consume de una vez, aunque ahora ya nos venden mitades como en el caso del melón y de la sandía, os recomiendo que terminéis de limpiar cada una de estas frutas quitándoles corteza, pepitas, partes duras… y que envaséis la pulpa que os sobra en un tupper que se quede, como siempre, lo más lleno posible. Si cualquiera de estas frutas no estaba “pasada” os pueden durar en la nevera 2 o 3 días o incluso más, siempre dependiendo de su frescura inicial.
 6.  También podéis cubrir estas 3 frutas ya abiertas con unas tapas extensibles de silicona  que se ajustan a frutas grandes con formas más o menos regulares como éstas. Aunque tienen buena pinta no las he probado.
Si no son excesivamente grandes también os pueden servir unos “cubre recipientes” de plástico parecidos a los 
gorros de ducha, pero más pequeños, que van muy bien siempre que se queden muy ajustados. Los hay de varios tamaños.
Pero si aun estando ya empezada la fruta no se va a terminar esta segunda vez, sacarla de la nevera, cortar la que pensáis que se va a consumir y ponerle de nuevo e inmediatamente su “fundita” volviéndola a guardar en la nevera. Ya sabéis que las variaciones de temperatura no son nunca buenas y en la mayoría de los casos una buena conservación depende de ellas.
7.  También podéis congelar cualquiera de esta 3 últimas frutas en trozos completamente limpios y usarlas más tarde para elaborar batidos o sorbetes. En este último caso para potenciar su sabor que no es muy intenso, o si la fruta os ha resultado un poco “pepino”, añadir zumo de limón y azúcar y triturar bien el conjunto con una buena trituradora hasta que obtengáis una pomada homogénea. El zumo de limón además de enriquecer la preparación en vitamina C potencia más el sabor original, es decir que el melón, la sandía o la piña van a saber más.
No añadáis nunca cubitos de hielo a esta clase de sorbetes porque estas frutas tienen demasiada agua, más de un 90%, y aguaríais completamente el sorbete que ya no sabría a nada. Servirlos en el momento.
8.  No guardéis nunca en la nevera una fruta que no esté madura, sea la que sea. Dejarla simplemente 1 día o varios encima de una bandeja, en la cocina hasta que madure.
Es el caso de los aguacates, chirimoyas, peras… o la fruta de verano si está muy dura y entera que maduran igual de bien si se envuelven en papel como si no, basta con que el lugar esté templado. Comprobarlo vosotros mismos.

CINTA DE LOMO DE CERDO ASADA EN 8′
Ésta es una receta típica de la cocina universal, de origen italiano, que yo he “transformado” a mi manera, y que se toma fría acompañada de una salsa de atún deliciosa que, si se hace un poco más espesa de lo que indica la receta, añadiendo menos aceite, sirve también como relleno de sándwiches.
La receta tradicional se hacía con un redondo de ternera, por ello se llama “vitelo tonato”, y se cocía inicialmente durante más de 1 hora en un caldo sustancioso de verduras que se había preparado con antelación.
El trabajo y el tiempo necesarios eran enormes y al final el caldo de cocción de la carne tenía todas las sustancias de ésta y de las verduras y resultaba buenísima, casi como gelatina, pero la carne se había “lavado” al cocerse totalmente cubierta de caldo y había perdido sabor y sustancia.
Como es lógico resultaba una carne cocida y yo os propongo una carne asada en su propio jugo.
La podéis hacer con un redondo de ternera, que en la actualidad aunque tenga una pinta muy bonita lleva bastante grasa incrustada en toda su masa muscular, o con cinta de lomo de cerdo retirándole completamente toda la grasa exterior visible.
En ambos casos no cocinarlos demasiado, 8′ para la cinta 10 o 12′ para el redondo, pues deben estar en su punto, muy dorados por fuera y rosados y jugosos por dentro.
Salen muchas raciones dependiendo de lo finas que se hagan las rodajas y del apetito de cada uno. Como es una receta deliciosa… se suele repetir.
Para la carne:



   3 cucharadas de aceite de oliva virgen
   1 kilo de cinta de lomo de cerdo
   sal y pimienta blanca recién molida
   1 cabeza entera de ajos
   1 hoja de laurel
   5 cucharadas de agua
Para la salsa de atún:
   250 g de bonito en aceite de oliva
   1 lata pequeña de anchoas en aceite de oliva, 45 g de peso neto
   1 huevo
   3 o 4 pepinillos pequeños en vinagre
   1 cucharada de alcaparras
   100 o 150 g de aceite de oliva
   pimienta blanca recién molida


1.  Calentar el aceite en la olla superrápida, sin quemarlo, y dorar la carne por todas partes.
2. 
Tapar mientras se está dorando, destapando solo en el momento de ir dándole vueltas.
3.  Una vez dorada salpimentarla, agregar la cabeza de ajos sin pelar, el laurel y el agua para desglasar, es decir, para arrancar todo lo que se ha pegado en el fondo de la olla durante el dorado.
4.  Cambiar de tapa colocando la de presión y cocer durante 8’ con las dos rayitas de la válvula de presión fuera.
5.  Durante estos 8’ aprovechar para elaborar la salsa.
Volcar todos los ingredientes en el vaso de la minipímer aprovechando el aceite de las latas y triturar hasta que tengamos un puré espeso pero granuloso, es decir sin triturar a tope. Añadirle más o menos aceite dependiendo de lo espesa que se quiera y probarla por si os apetece añadir más pepinillos o alcaparras.
Consejos de cocina y nutrición
  Todo el jugo que suelta la carne y que no vamos a usar aquí puesto que la vamos a servir con la salsa de atún, se puede congelar y usarlo otro día cuando hagamos una carne asada o guisada, o cualquier otro guiso… añadiéndolo en lugar de agua. 
  La carne magra de cerdo, cinta y solomillo, tiene la misma cantidad de proteína y de colesterol que la de vacuno aunque se crea lo contrario, no así las chuletas y otras piezas.  
  Tanto la carne, mejor en un trozo para que presente menos superficie vulnerable, como la salsa se pueden conservar durante muchos días o congelar durante meses.
Como la salsa resulta mucho más espesa que una mayonesa no se cortará.
5 Alimentos que no deben faltar en un desayuno completo saludable
Por Cristina Galiano, 5 septiembre, 2011
Para evitar las cifras de sobrepeso y obesidad actuales en una dieta o alimentación equilibrada el desayuno debe representar el 25% de las calorías diarias totales proporcionando así al organismo la suficiente energía después de tantas horas de “ayuno” y no llegar a la comida completamente hambrientos.
También es imprescindible para todos aquellos en los que van a transcurrir muchas horas desde que se levantan hasta la comida, una jornada por ejemplo de 8 a 3.
Así que si partimos de un consumo de 2.000 calorías diarias, algo muy normal para una gran parte de la población de edad y complexión medias y muy poca actividad física o prácticamente ninguna, serían unas 500 kilocalorías que dan mucho de sí, os lo puedo asegurar.
Si alguién considera que son demasiadas puede bajar un poquito las cantidades pero procurando conservar estos alimentos.
Hay.
5 ALIMENTOS QUE NO DEBERÍAN FALTAR NUNCA.
1 café, optativo, aunque son muchos los que toman el café, o 1 té con 1 cucharada de azúcar 10 g 38 calorías o con un edulcorante artificial 0 calorías.
1.  1 lácteo que podría ser ¼ de litro de leche desnatada 82 calorías, la mitad que la entera 162 y además con un pelín más de calcio.
Si se toma el café solo manchado con leche no cuenta como lácteo, es decir como un buen aporte de calcio.
Como la leche cada día sienta mal a más personas, se puede sustituir por 1 yogur desnatado
38 calorías que sienta estupendamente al estar la leche pre digerida. El yogur podría ser entero 60 calorías aunque son preferibles los productos desnatados que prácticamente no tienen grasa ni colesterol.
También podría ser un trozo de queso fresco de 50 g
87 calorías o uno la mitad de pequeño de queso duro, bola, manchego… 94. 
2.  1 alimento crudo que normalmente será 1 fruta, aunque también se puede sustituir por rodajas de tomate o alguna otra hortaliza.
Los zumos de frutas a los que estamos tan acostumbrados es preferible sustituirlos por 1 fruta entera que sacia más y de la que aprovechamos además su fibra. Hay ciertos médicos como el Dr. Jacques Fricker que insiste mucho en este tema: “las frutas son para comerlas no para beberlas”.
En los zumos, su azúcar, la fructosa, se absorbe demasiado rápidamente por nuestro organismo comportándose como un hidrato de absorción rápida y “engordarían más”.
Si son 200 g de naranja
70 calorías, de kiwi 84, de manzana 92…  
3.   1 hidrato de carbono de absorción lenta sin grasa como cereales integrales o pan.
Escoger pan integral o el pan multicereal o de 5 cereales que ya se encuentra en muchas panaderías y cadenas de supermercados, y que precisamente por su fibra y porque su harina está relativamente “poco molida” tiene un aspecto denso y compacto y se absorbe más lentamente, comportándose como 
un hidrato de carbono de absorción lenta.
Suele tener unas 300 calorías por 100 g, así que podremos tomarnos con tranquilidad 50 g = 150 cal.
Si se prefieren cereales escoger los integrales que no lleven azúcar ni grasa añadida, exclusivamente la natural del cereal.
Entre estos también es preferible escoger los cereales que tengan un aspecto más natural ya que en los que son muy crujientes su almidón, en el proceso de elaboración, se ha “desestructurado” demasiado y se comportan también como hidratos de carbono de absorción más rápida, con posibilidades de engordar más.
Como además apetecen mucho, se comen sin darse uno cuenta.
4.  1 cucharada de aceite de oliva virgen para untar el pan 90 calorías. Si además lo untáis con tomate será lo mismo. 
5.  Algo más de proteína además de la leche o el yogur como 1 huevo gordo 86 calorías, o 1 loncha de 30 g de jamón serrano magro 65, o 1 trozo más grande de queso…
Si a toda costa os gusta algo dulce añadir al pan 1 cucharada de mermelada normal, 30 g 52 calorías, mejor que la Light que lleva muchos aditivos.
Escoger siempre una que solo lleve pectina y poco azúcar pero sin nada más, que las hay, o que esté elaborada con
miel.
Como muchas todavía no llevan la composición energética porque no es obligatorio, pero otras sí, os aconsejo que adquiráis éstas últimas.
O escoger bollería en la que os aclaren la procedencia de la grasa con la que ha estado elaborada, y cuanto menos procesada esté tanto mejor para que lleve solo ingredientes naturales, harina, azúcar, aceite de oliva, huevos…
Como ahora casi todos estos productos nos detallan su valor energético, podrían tener unas 200 cal, pero ya no tomaríamos ni pan ni aceite que son bastante más sanos. 
Mucho cuidado con la bollería industrial barata, que suele ser riquísima al paladar y… una bomba de calorías y colesterol.
Si tenéis la suerte de preparar en casa vuestros bizcochos, que una vez cortados en rodajas y bien envasados
se congelan estupendamente y duran mucho tiempo, podéis tomaros una porción que tenga esas 200 calorías.
Todo esto, dependiendo de lo que escojáis oscila entre las 480 o 500 calorías, y os aseguro que es un buen des-ayuno con el que “cargaréis las pilas” y vuestro cerebro tendrá la “energía” suficiente para rendir al máximo.
Al que le parezca imposible de tomar recién levantado, que lo fraccione y se lleve una parte para consumir a media mañana con lo que evitará tomar un tentempié a esa hora, que ya explicaremos en otro post.   
Para haceros un poco idea de cuánto abultan estas cantidades que os he puesto, los 200 g de fruta, los 50 g de pan, los 30 de jamón…tendréis que pesar solamente el primer día, nada más, pero enseguida sabréis calcular a simple vista lo que cada porción representa.     
El desayuno típico español que muchos siguen consumiendo todavía hoy es el café con leche y churros o porras, o incluso chocolate en lugar del café, nada aconsejable con los índices de sobrepeso y obesidad actuales pues tan solo 100 g de churros nos proporcionan 348 calorías.
¡
Y nos falta además el alimento crudo, el lácteo y una buena proteína!
Aunque hace años su consumo estaba quizás justificado pues sus ingredientes no eran malos, agua, harina de trigo, aceite… hoy dada la calidad de la grasa en la que se fríen y las veces que se ésta se reutiliza, solo deberían tomarse muy de vez en cuando. 
Si en lugar de churros preferís tomaros 1 croissant, elaborados la mayoría con grasas vegetales y por tanto conteniendo grasas trans, 100 g tienen ¡tan sólo 418 calorías y 187 g de colesterol! casi las calorías de un desayuno completo y saludable. Os saciará… de momento, pero tendréis “desfallecimiento” al poco tiempo y llegaréis a la hora de la comida totalmente extenuados.

CÓMO HORNEAR BIEN UN BUEN BIZCOCHO
Todos los bizcochos se hornean mucho mejor en la función turbo o aire caliente envolvente del horno tradicional ya que como su nombre indica el ventilador se encarga de repartir uniformemente el calor por todo el interior.
Si no existe esta función, indispensable en un buen horno moderno, intentar hornear vuestros bizcochos únicamente con calor en la parte de abajo que es lo que se llama calor de fondo o de solera. Deberéis probar, hasta que le cojáis el “punto”, en qué escalón debéis colocar la rejilla del horno.
Si la colocáis muy abajo el calor puede ser demasiado fuerte y directo y el bizcocho se puede quemar o pegar por esta parte, y si la colocáis demasiado arriba, el calor puede ser demasiado flojo y el bizcocho no hornearse bien.
Demasiados hornos tienen un calor insuficiente en este “suelo” o fondo.
Si tampoco tenéis esta función sino que vuestro horno solo tiene calor arriba y abajo, colocar la rejilla en la parte central del horno y probar a ver qué pasa.
Si se hornea bien pero se tuesta demasiado por arriba quizás tengáis que bajar la rejilla a un escalón inferior, o cubrir el bizcocho en cuanto esté tostado pero aún crudo con una lámina de papel de aluminio.
Al hornear un bizcocho, sea para tomar como tal o como base para una tarta os pueden suceder 3 cosas: 
1.  Si el termostato del horno funciona bien, cosa que no sucede frecuentemente, lo correcto es que cualquier bizcocho suba en forma de montañita, es decir más en el centro que en los bordes, señal de buena cochura. Incluso puede abrirse un poco en esta zona si lo habéis horneado en un molde alargado tipo plumcake.
2.  Si sucede lo contrario, es decir que suben los bordes del molde pero el centro se hunde, es señal de que el horno no tiene la suficiente temperatura, ha bajado aunque hayáis programado la correcta y el bizcocho lo acusa enseguida.
3.  Si el bizcocho sube como debe subir pero se tuesta demasiado y al sacarlo del horno se baja, quiere decir que la temperatura ha sido demasiado elevada, el bizcocho se ha dorado rápidamente, se dice vulgarmente que se ha “arrebatado” y esta costra dorada que se ha formado y que pesa le impide cocerse bien por debajo.
En todos estos casos, cuando tengáis problemas con la pastelería y repostería, os recomiendo que adquiráis un termómetro de horno. No son nada caros y es el único elemento realmente fiable que vais a tener para saber si vuestro horno está trabajando de verdad a la temperatura a la que le habéis programado.
Puede indicaros una, la que necesitáis y habéis programado, y no estar trabajando a esa en absoluto, sino a otra superior o inferior totalmente erróneas. Por eso sois tantos los que tenéis problemas al hornear bizcochos y tartas.
Estos termómetros se pueden colgar en la misma bandeja en la que se va a hornear, la colocada en el escalón central, ni muy arriba ni muy abajo y tenerlos siempre dentro del horno.
  El horno no se debe abrir nunca mientras el bizcocho está subiendo ya que la corriente de aire a temperatura diferente que entra le hace bajar. En los últimos minutos, cuando ya ha subido y está doradito porque está prácticamente terminado sí.
  Se sabe que un bizcocho está en su punto de cocción cuando al pincharlo en el centro con una aguja fina sale completamente limpia. Si sale todavía manchada prolongar el horneado unos minutos y comprobar de nuevo.
 No lo pinchéis con un tenedor ni con un cuchillo porque si ya está cocido dejáis todas las marcas de dichas piezas.
  Los moldes más cómodos en la actualidad para hornear bizcochos y tartas son los antiadherentes y los de silicona.
  En cuanto esté cocido hay que sacarlo del horno para que no se seque, con unos guantes de horno porque trabajaréis más cómodamente que con unos “trapos”, y desmoldarlo cuando ya no queme pero cuando no se haya enfriado del todo porque costará más.
Si dejáis que se enfríe en el molde, con su calor residual también puede resecarse.
El sitio ideal para hacerlo y que se enfríe antes es una rejilla, que puede ser una de las del horno si no tenéis ninguna
especial, que suelen ser redondas, o encima de una tela de silicona espolvoreada previamente con azúcar glas para que no se quede pegado.
CÓMO COCINAR CORRECTAMENTE VERDURAS CONGELADAS
Para cocinar verduras congeladas sin que pierdan ni sabor, ni aroma, ni propiedades que es lo más importante hay 2 métodos correctos,
-  al vapor con poquísima agua que nunca las tocará, 10 cucharadas máximo, y lo más rápidamente posible, en tan solo 1 o 2 minutos, y esto se consigue como ya vimos usando una
buena olla superrápida.
- o en el microondas pero únicamente las que salen bien.
No todas las verduras se cocinan bien en el microondas, sean congeladas o frescas, porque algunas se quedan demasiado al dente aunque prolonguemos su cocción, no quedan suficientemente suaves.
Sería el caso de las judías verdes, las habas aunque sean baby, la menestra, las coles de Bruselas, los puerros, la zanahoria, los espárragos blancos, la remolacha…
Las hortalizas que se cuecen muy bien, siempre sin agua, solo con la que ellas tienen en su interior son: el bróculi, la coliflor y el romanesku separados en ramitos, la cebolla picada o en rodajas, la berenjena y el calabacín partidos por la mitad a lo largo, troceados o en rodajas, las espinacas, las acelgas, las alcachofas muy limpias enteras o cortadas en 4, los pimientos de todos los colores enteros o troceados, los espárragos verdes, el champiñón, las setas, las patatas troceadas o enteras…
Aunque los fabricantes recomiendan que estas verduras se cuezan sin descongelar y en agua hirviendo, para cocinarlas por cualquiera de los 2 métodos que os acabo de indicar hay que descongelarlas primero puesto que no van a tocar el agua en ningún caso.
1. Si se trata de un paquete de 1 kilo sacarlo del congelador, abrirlo y volcar su contenido en un recipiente grande dónde quepa, una ensaladera o sopera.
2. Vamos a descongelarlas siempre en el microondas y el tiempo dependerá como siempre de la cantidad puesta y de la clase de verdura, más o menos compacta. Si tenemos 1 kilo programar por ejemplo 10 minutos siempre a una potencia pequeña, 300 o 350 vatios, aunque así tardaremos más.
3. A los 5 minutos remover bien todo el conjunto puesto que la cantidad es grande.
4. Si al cabo de este tiempo programado la verdura no está descongelada del todo, programar algún minuto más, dependiendo de cómo la veáis, siempre a esta potencia baja, hasta que casi lo esté. Es preferible quedarse cortos en el tiempo de descongelación a pasarse. Si le falta una chispa, en cuestión de segundos ya fuera del aparato lo hará. Es la única manera de que no empiecen a cocerse los bordes y evitar sobre cocciones que disminuirían su valor nutritivo.
5. Escurrir ahora muy bien el producto dependiendo de lo que sea, pues unas verduras sueltan poca agua como las judías verdes, la menestra, la ensaladilla…, y otras mucha como las acelgas y sobre todo las espinacas. Apretarlas fuertemente con las manos para eliminar la mayor cantidad de líquido posible y proceder a cocinarlas.
6. Si las vamos a cocinar en el microondas y las queremos solamente sofritas con ajitos fileteados o con taquitos de jamón, o con pasas y piñones en el caso de las espinacas, volcar 3 o 4 cucharadas de aceite en un recipiente que tenga gran diámetro y los ajitos o los trocitos de jamón…, removerlos bien con una cuchara de madera para que todo se quede “manchado” de aceite y programar 1 minuto a potencia máxima.
7. Agregar la verdura escurrida, removerla bien, taparla ahora siempre para que no se reseque y cocinarla a potencia máxima, 5, 8, 10… minutos o más dependiendo como siempre de la variedad.
Como no se han cocinado sumergidas en agua, sino en su propio jugo, no hay necesidad de salarlas puesto que conservan todas sus sales minerales y no salen para nada insípidas. El que las quiera salar de todas maneras, que lo haga siempre después de cocinadas porque si se salan antes se resecan.
8. Si se trata de verduras que quedan mejor en la olla se pueden hacer una vez descongeladas directamente en la olla pero ya sin presión, a fuego fuerte al principio para que pierdan el exceso de agua que aun tienen y luego a fuego mínimo, tapándolas con la tapadera que no es de presión, para que se terminen de hacer y removiéndolas continuamente con una cuchara de madera para que no se peguen.
9.  Todas las verduras deben cocinarse al dente para que conserven el máximo valor nutritivo y en nuestro país se suelen cocer demasiado.
Personalmente no os aconsejo que os guiéis por las instrucciones que dan algunos fabricantes al recomendar el uso del microondas para cocinar las verduras congeladas porque los resultados no os gustarán y seguiréis con el aparato “aparcado”.
   Indican que se meta el paquete entero en el microondas solamente pinchado ¡sea la composición de la bolsa o del paquete la que sea, con sus letras y todo impresas, qué más da!
   Los tiempos que indican no son reales… ¡ni de broma!
   Aconsejan que se cocinen sin descongelar, es decir de un tirón, pero la cocción es mucho más perfecta si las verduras primero se descongelan y luego una vez descongeladas se cocinan el tiempo justo, sin pasarse.
  No todas las verduras se cocinan bien, como hemos visto, aunque ellos hablan del microondas para todas.

CÓMO DESCONGELAR CARNES Y PESCADOS CORRECTAMENTE
Para descongelar carnes o pescados congelados en casa o industrialmente, siempre que se pueda es preferible organizarse y sacar del congelador el día de antes lo que se vaya a cocinar al día siguiente dejando que se vaya descongelando despacito en la zona menos fría de la nevera dentro de su mismo envase.
Colocar debajo una bandeja porque aunque los envases o bolsas estén muy bien cerrados pueden romperse y soltar líquidos que mancharían la nevera. Incluso si se trata de tuppers, siempre mojan un poco porque “sudan” por la diferencia de temperatura.

Pero si por el motivo que sea os hace falta cocinar rápidamente algo que tenéis congelado, el otro método también bueno es en el microondas siempre que se haga correctamente.
Colocar el paquete encima de un radiador, metiéndolo en agua caliente, calentándolo con el secador de pelo… dista mucho de ser lo más aconsejable.
1. Para descongelar en un microondas alimentos crudos congelados y obtener buenos resultados hay que tomar ciertas precauciones además de utilizar siempre la potencia que indica el fabricante, que no es la misma para carnes que para pescados o verduras.
Aunque conseguirlo con éxito requiere su tiempo y ciertos conocimientos, paradójicamente es algo que suelen hacer muchos que luego no lo usan para nada más, cuando es mucho más fácil cocinar en un microondas que descongelar bien productos frescos ya congelados.
2. Hoy día los microondas modernos llevan ya todos programas automáticos de descongelación que se programan dependiendo del alimento del que se trate y de su peso y que incluso avisan cuando hay que darles la vuelta.
3. Aunque se trate de una pieza de carne o de pescado no demasiado grande, incluso de 1/2 kilo de carne picada…, tendréis que tener mucho cuidado a pesar de lo que os diga el aparato, tanto más cuanto más delicado sea.
Todos habéis podido comprobar lo que sucede cuando habéis querido descongelar 1 filete, una de las cosas más delicadas o difíciles porque los bordes de éste, en cuanto os descuidáis, empiezan a cocerse.
4. Si lo que vais a descongelar lo habéis congelado vosotros en una buena bolsa de congelación, sacarlo del congelador, esperar unos segundos hasta que se le pueda retirar esa bolsa que puede estar pegada y colocar dicho producto en una fuente o plato, dependiendo de su tamaño. Si lo ponéis a descongelar directamente encima del plato giratorio, aunque el producto suelte muy poco liquido, que es lo que debe de hacer si se ha congelado correctamente, éste se manchará y perderéis tiempo teniéndolo que limpiar a mano. ¡Y no olvidéis que estamos siempre trabajando de la manera más organizada, eficaz y productiva!
5. Introducir los datos en el aparato, es decir la clase de alimento y su peso. El microondas empieza a funcionar y si no le hacéis caso, cuando a él le parezca oportuno, os llamará para que deis la vuelta al producto. Pero si el alimento es delicado y lo tocáis en ese momento comprobaréis normalmente que algunas zonas exteriores, las partes más finas, ya están calientes y hasta puede que se hayan empezado a cocer lo que comprobaremos enseguida por el cambio de color. Esto nos indica que ha habido un sobrecalentamiento y por tanto un principio de cocción.
6. Por ello os recomiendo que seáis más “listos” que el aparato y que le deis la vuelta antes de que él os avise, y tantas veces como os parezca conveniente. El alimento que sea, carne o pescado, no debe calentarse jamás, ni poco ni mucho, nada.
7. Si por ejemplo tenemos varios muslos o trozos de pollo, sepias, calamares…, o varios filetes de pescado juntos, en cuanto el interior del “bloque” se pueda despegar, porque ya no forma un paquete único, soltar con las manos las diferentes piezas todavía congeladas, y proseguir la descongelación durante unos segundos más para que sigan ablandándose. Continuar dándole más vueltas de las que os va indicando el aparato.
8. Cuando el tiempo que el aparato ha programado se acabe, puede suceder que el alimento no esté del todo descongelado. Esperar un ratito para que con el “periodo de reposo se termine de descongelar y poder cocinarlo después.
9. Si queremos descongelar por ejemplo 1/2 kilo de carne picada o de gambas que están hechas un bloque compacto y que es algo de lo más complicado si se quieren conseguir buenos resultados, en cuanto comprobemos que los bordes del paquete empiezan a estar blandos, antes de que se calienten, hay que sacar con las manos todas estas partes que ya se han descongelado.
Repetir esta operación tantas veces como os haga falta hasta que todo el bloque se termine de ablandar.
Si no hicieseis esta operación, las gambas, o la carne de los bordes del bloque se cocerían antes de que el resto del paquete se hubiera descongelado.
¿Por qué se produce esta sobre cocción en las partes externas del paquete? Por 2 motivos:
1. Porque ya vimos que en
estas zonas hay una mayor incidencia de ondas que en el centro.
2.
Porque estas partes ya descongeladas siguen absorbiendo más microondas que las partes todavía congeladas en lugar de estarse quietecitas, justo lo contrario de lo que nos interesa.
Las partes ya descongeladas tienen en su interior sus jugos en estado líquido y el agua o los líquidos, en este caso los jugos de la carne o del pescado, absorben más las microondas que el agua en estado sólido, es decir que el resto congelado del paquete. ¡Por esta razón se nos cuece la cola de un pescado o los bordes de un filete!
Como veis, la descongelación de carnes y pescados congelados requiere su tiempo y bastante paciencia, si se quieren obtener buenos resultados. Solo os lo recomiendo si os surge un compromiso de última hora y tenéis que echar mano rápidamente de algo que está congelado.
6 COSAS QUE NO SABES DEL PEREJIL
1.  El perejil es el vegetal que más vitamina C tiene por muy increíble que pueda parecer, 200 miligramos por cada 100 g, seguido por los pimientos de todos los colores que tienen 120.
Para que podáis comparar la naranja tiene 50, las fresas 60, la papaya 62 y los kiwis 71. La pena es que no lo podemos tomar solo, en manojos, sino picado y acompañando muchos guisos, ensaladas, vinagretas, salpicones…  
2.  También tiene una considerable cantidad de hierro, 5,7 miligramos frente a los 7 de las lentejas, los 7,3 de los pistachos, los 7,9 de los higaditos de pollo, los 5 del hígado de ternera y los 8 de la yema.
3.  Es un poderosísimo antioxidante que debemos consumir muy a menudo.
4.  Es muy recomendable añadirlo a todos los guisos siempre que se pueda y en abundancia, pero hay que añadirlo al final de la elaboración de cualquier plato, cuando la cocción ha terminado, y nunca al principio como se sigue haciendo. La vitamina C es muy sensible a la luz, al aire y sobre todo a la temperatura, por ello conviene tomar los alimentos ricos en ella preferentemente crudos para que no se pierda ninguna durante la cocción, o cocidos muy rápidamente al vapor.
5.  Añadirlo siempre fresco ya que el que venden en tarritos al haberse secado ha perdido totalmente la vitamina C y hasta su bonito color verde y aparece pardo.
6. En lugar de frotar las alcachofas naturales con zumo de limón, algo que me parece un incordio y que hace que luego sepan mucho a limón como sucede con las alcachofas de lata o las congeladas, a medida que las vais limpiando introducirlas en una ensaladera grande llena de agua con un buen manojo de perejil en su interior. La vitamina C pasa al agua y las alcachofas ante este potente antioxidante no se oxidan ni oscurecen.

7 VENTAJAS AL COCINAR 1 DÍA PARA VARIOS
Ya vimos lo importante que era sacar tiempo para cocinar, y como hacerlo todos los días es bastante difícil.
Si no son demasiados los integrantes del hogar, 2 personas solas, con 1 niño o 2, una manera de organizarse bien y de tener más tiempo disponible es cocinar 1 día para otros muchos.
Se pueden hacer de 1 sola vez el doble o el triple de las porciones necesarias para un día.
Ventajas al cocinar raciones para varios días:
1.  Se añaden el doble o el triple de los elementos esenciales, más legumbres, más verduras, más carnes…
2.  Pero la cantidad de aceite que se necesita puede aumentar un poquito pero nunca doblarse ni triplicarse, con lo que las calorías por persona disminuirán.
3.  Se tarda casi lo mismo a la hora de preparar los ingredientes.
4.  La energía consumida es solo ligeramente superior.
5.  Si se trata de carnes que hay que dorar previamente, y aunque tapéis vuestras ollas en el momento de darles la vuelta
salpicaréis, se ensucia una sola vez tanto la placa de calor, sea la que sea, como la cocina.
6.  Rentabilizáis vuestro tiempo y simplificáis vuestra vida.
7.  Se pueden tener siempre algunos platos ya cocinados y congelados como organización interna del hogar, para tomarlos el día que estamos realmente ocupados y no tenemos tiempo de hacer nada, por si se presentan invitados sin avisar, o en navidades para evitar tener que estar justo los días previos a las fiestas enredados en la cocina.
Conozco a muchos que 1 mes antes tienen ya todo comprado para evitar las subidas abusivas
de los últimos días y la pérdida de tiempo porque precisamente en esas fechas se tarda mucho más en hacer la compra.  
Se pueden hacer más raciones de casi todos los platos de la cocina mediterránea, sopas, cremas, salsas, guisos, estofados, carnes asadas en la olla, pescados en salsa, verduras salteadas, pistos, menestras, legumbres solas o acompañadas…, salvo los fritos que realmente están más ricos recién fritos o los hechos a la plancha.
Pero como los fritos
se deben espaciar dado el peligro de obesidad que ronda tanto a niños como a jóvenes y mayores, cuando esporádicamente se tomen se pueden hacer en el momento.
Para hacer verduras, carnes, pescados o mariscos a la plancha…, proceso en el que realmente se tarda muy poco, es también preferible hacerlo a última hora y ya hablaremos de una plancha eléctrica fantástica y que casi no mancha.
Los únicos platos que no se conservan demasiado bien son los guisos de patata, no porque se estropeen, sino porque la patata si no está totalmente cubierta de salsa, por ejemplo en unas patatas guisadas, se pone un poco zapatera.
Sin embargo cuando la patata no es la protagonista del plato sino que va acompañada de otros muchos ingredientes y bañada en líquido, como por ejemplo en unas lentejas, un potaje, una sopa de verduras, un pote gallego, un minestrone… los resultados son mejores.  
Estos platos cocinados con antelación se conservan estupendamente tanto en la nevera como en el congelador siguiendo minuciosamente los pasos indicados. Dominar estas 2 técnicas es el requisito más importante para conseguir calidad nutricional y gastronómica.
De esta manera habrá muchos días en que os encontraréis que tenéis los 2 platos ya cocinados a falta de calentarlos en el microondas. ¡Y veréis qué maravilla!
 Todavía hay muchos padres jovencitos que se ponen a cocinar cada noche para el día siguiente, ¡toda una heroicidad!
O chicos y chicas ya independizados que les gustaría comer en casa platos sanos y no saben por dónde empezar.  
Cuando os acostumbréis a cocinar más raciones de 1 sola vez nunca más cocinaréis solo para 1 porque os daréis cuenta de que es una pérdida enorme de tiempo que podríais utilizar para otras muchas cosas.
Cocinar 1 día para varios es la solución, ya lo comprobaréis en cuanto os animéis a hacerlo

TRUCO PARA HACER CARAMELO EN EL MICROONDAS
El caramelo para poner en el fondo de los flanes y demás preparaciones que lo exigen como ciertos pudding y bavarois, se puede hacer en el microondas pues es donde se elabora más cómoda y rápidamente, salvo que queramos hacerlo en una flanera o molde metálico.
Pero así como en el fuego el molde suele ponerse directamente al calor con el azúcar dentro y se va girando para que el calor se vaya repartiendo por igual y el caramelo se vaya haciendo también por igual, sin quemarse por ningún sitio, en el microondas el procedimiento es distinto.
1.  Para caramelizar un molde en el microondas no se puede volcar solamente azúcar en un recipiente y meterlo sin más en el microondas porque las moléculas de azúcar absorben con mucha rapidez las ondas electromagnéticas que produce este aparato y el azúcar se quemaría muy rápidamente formando unas costras negras y durísimas que amargarían.  
2.  Para obtener el caramelo transparente clásico de siempre necesariamente hay que mojar con agua todo el azúcar del molde, la cantidad que sea, y pasar primero por las diferentes fases de almíbar, almíbar clarito, a punto de hebra floja, a punto de hebra espesa, bola blanda, bola dura… hasta llegar a la fase de caramelo y, si nos pasásemos de cocción, el azúcar se quemaría y habría que tirarlo.
No hace falta añadir mucha agua, tan solo un poquito, justo la suficiente para que las 3 o 4 cucharadas de azúcar que hayamos volcado en el molde queden simplemente mojadas, no encharcadas. Si echáis demasiada agua tardaréis más tiempo en conseguir el caramelo puesto que esta agua de más se tendrá que evaporar.
3.  Introducir el molde con el azúcar “mojado” en el microondas a potencia máxima. A los pocos segundos sacarlo y ver si ya todo el azúcar que estaba sólido, aunque mojado, se ha solubilizado del todo y ya no está “turbio” sino transparente y parece un jarabe.
4.  Volverlo a meter en el microondas a potencia máxima pero observando con especial cuidado lo que va pasando. Este “jarabe” empieza a cocer y va espesando a medida que el agua se va evaporando, como os explicaba en el punto 2.   
5.  En cuanto empiece a tomar un bonito color ambarino, todavía no demasiado oscuro, sacarlo del microondas porque fuera del aparato durante el período de reposo se va a oscurecer más y ya sabéis que el caramelo con demasiado color amarga. 
6.  Esperar a que se enfríe con lo que se volverá sólido, y entonces volcar encima la preparación que vayamos a cuajar, que también se puede hacer en el microondas, flan, pudding…
Este caramelo sólido se puede hacer en cualquier molde apto para microondas, cristal, cerámica, vidrio… pero nunca en los recipientes de plástico normal, aunque sean aptos para el microondas  porque el caramelo adquiere una temperatura elevadísima que los fundiría.
Si el flan o el pudding se van a cocinar totalmente en el microondas es preferible usar flaneras pequeñas individuales en lugar de un molde grande porque la cocción es mejor y más uniforme. Las flaneritas deben ser preferentemente de vidrio, o de silicona de calidad que son las que he probado y no se queman en absoluto a pesar de la temperatura tan alta que coge el caramelo. Si son de marca desconocida… yo no me arriesgaría.
Si aun así, por el motivo que sea preferís elaborar un solo flan grande, escoger entonces un molde de vidrio de los que tienen en el centro un espacio libre, como un agujero y que se llaman moldes en forma de anillo o moldes de bavarois ya que el cuajado es mejor que en un molde redondo corriente. 

TRUCO PARA COMBATIR EL ESTREÑIMIENTO DE MANERA NATURAL
Este es un consejo magistral de un gran cirujano de aparato digestivo, toda una eminencia aquí y en el extranjero, que funciona en muchos casos para combatir el estreñimiento de todos, incluidos los niños pequeños y las personas mayores siempre que no esté causado por un problema médico.
Aunque tenemos muchos grandes profesionales en nuestro país, a ningún otro se lo he oído decir y os puedo asegurar que funciona.
Consiste en tomar en ayunas, al levantarse, una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra, sola sin nada más. Después se puede injerir todo lo que uno quiera, el desayuno acostumbrado.
Cuando a los pocos días, semanas o meses, cada cual note que se ha regularizado, porque el aceite ha lubricado suficientemente todo el tracto intestinal, se puede dejar de tomar, y retomarlo si hiciera falta de nuevo.
A los niños se les puede mezclar este aceite con el yogur, por ejemplo, aunque para ellos no será al principio del día puesto que no suelen tomarlo para desayunar.
Por supuesto que esta costumbre debe ir acompañada de una manera correcta de alimentarse, es decir una dieta equilibrada y muy variada, con toda clase de pescados, carnes, cereales, legumbres, hortalizas, frutas…
También debe ir acompañada de una ingesta correcta de agua, que muchos médicos cifran en los 2 litros diarios, ya que si no se bebe lo suficiente y no se toma la cantidad de fibra recomendada por la OMS, Organización Mundial de la Salud, que viene a ser de unos 30 gramos diarios, las heces serán forzosamente duras.

CÓMO DISTRIBUIR EL PRESUPUESTO FAMILIAR
 Estamos ya en el camino para organizarnos bien y hemos distribuido nuestro tiempo escogiendo como prioritario el abandonar el sedentarismo total y absoluto que hemos tenido hasta ahora.
Para que la familia o una persona individual se comporten como una verdadera empresa y lleguen a fin de mes sin demasiados agobios, sobre todo durante la época de crisis, tienen que elaborar su propio presupuesto. Si se hiciera no sucedería lo que parece inaudito y que cuentan los taxistas en Madrid que afirman que a partir del 15 o 20 de cada mes, circulan menos coches cada día. ¡Y los pescaderos y carniceros también se quejan de que a finales de mes no venden nada!
Este presupuesto variará, por supuesto, si se trata de una persona que vive sola, una pareja o una familia con 1 o 2 niños.
Es muy útil registrar todos los gastos diarios en una hoja de cálculo o Excel, o en los múltiples programas de contabilidad personal cuyas plantillas se pueden descargar en Internet. Podéis añadir las casillas que os falten para ir colocando en cada una el gasto correspondiente: luz, agua, gas, teléfonos fijos y móviles, hipoteca, comunidad, garaje si se tiene…,  todo lo que se haya domiciliado mensualmente, un nuevo coche o un leasing, alguna compra a plazos… A medida que llegan los recibos del banco se van metiendo o se guardan en un sobre para hacerlo una vez a la semana.
Gastos de ropa de casa, de cada individuo que vive en el hogar, de farmacia, gasto fijo de gasolina para ir al trabajo, de viajes de fin de semana, de “puentes festivos” si se suelen hacer, de vacaciones…
Gastos de manutención dentro y fuera de casa, con arreglo a la alimentación que sigue cada familia, y se tendría que comer de la misma manera tanto a principios como a finales de mes. Si todas las comidas se hacen fuera de casa, establecer una cifra bastante aproximada de lo que se gasta al día en las verdaderas comidas y en los cafés y refrescos entre horas.
Gastos de impuestos, del coche, de las basuras, de los pisos o casas que se tengan en propiedad, lo que se prevea que se va a tener que pagar a hacienda en la declaración de la renta, si se da algún tipo de ayuda a una ong, mensual o anual…
En el capítulo de seguros, que cuestan mucho pero que en muchas ocasiones pueden salir baratísimos, podríamos incluir un seguro de vida si se está pagando una hipoteca, un seguro de accidente, un seguro de hogar a todo riesgo y frente al robo, un seguro de coche si éste es nuevo y se usa mucho, un seguro médico aunque se tenga la Seguridad Social, un plan de pensiones si se puede…
Y habrá que tener en cuenta todas estas pólizas tanto si son mensuales como anuales. Si vuestros ingresos os lo permiten con alguna paga extraordinaria, un bonus, un trabajillo extra… pagándolas anualmente salen más baratas.
Si estamos muchas horas fuera de casa, tenemos varios gastos diarios y no llevamos encima nuestro Excel, aunque cada vez va a ser más fácil tener acceso a todos nuestros datos durante las 24 horas del día, apuntar en una PDA o en una grabadora de voz cada uno de estos gastos para meterlos al llegar a casa. Además como todo o casi todo se paga con tarjeta, se trata de ser cuidadoso, guardar todos los recibos y registrarlos al final del día. El endeudamiento de muchísimas personas se debe a que no saben en qué se les ha ido el dinero.
Si comprobamos cada pocos días lo que nos vamos gastando en cada apartado, si hay una desviación por el motivo que sea, conociéndola, siempre estaremos a tiempo de corregirla y eliminar algún gasto superfluo.
Revisar todos los extractos bancarios, hasta las facturas de la luz, teléfono y agua porque a veces se equivocan y cuando lo hacen siempre es en detrimento nuestro.
El introducir todos los apartados al principio lleva su tiempo, pero es la única manera de saber lo que se gasta y en qué, para quedarse con los gastos fijos que son inamovibles y replantearse los que no lo son tanto. Es decir tendremos gastos necesarios, otros extraordinarios y otros totalmente superfluos. De nada sirve llenar el carrito del súper a principios de mes con chucherías o caprichos si tenemos unos ingresos fijos que no dan para muchos lujos.
Cuidado con los teléfonos 900 de pago que proliferan cada día más, sobre todo ahora que casi todos tenemos tarifas planas. Y salvo que también tengáis una tarifa especial en el móvil, cuidado con los sustos a finales de mes. Es muy cómodo poder conectar con quién sea y dónde sea en un instante… pero puede resultar carísimo.
También hay que contar con los imprevistos, que son un verdadero horror, como averías de coche, de electrodomésticos, extras de farmacia o de médico, invitaciones de boda, bautizos, comuniones…
Las salidas los fines de semana con los niños pueden resultar caras, carísimas o muy ajustadas y razonables pues ya en muchas ciudades españolas e incluso en varios pueblos los ayuntamientos ofrecen muchos servicios a precios muy asequibles.
No solo existen para los niños actividades extraescolares en los municipios que se encuentran en los alrededores de las grandes ciudades como Madrid, a precios muy asequibles, como manualidades de todo tipo, dibujo, cerámica, instrumentos musicales, psicomotricidad, clases de ballet y baile español…, sino que también ofrecen, incluso en las grandes ciudades, espectáculos, conciertos, exposiciones, ferias, mercadillos… para niños, jóvenes, adultos, personas mayores y jubilados. Es importante consultar en Internet, puesto que ahora está al alcance de cualquiera, todos los servicios que ofrecen las Comunidades y Ayuntamientos.
Si pensáis tener un niño en un futuro más o menos inmediato, empezar a planificaros ya. La vida da un giro de 180º en todos los aspectos, por muy increíble que parezca. Y un aumento desorbitado en cuanto al presupuesto.
Es fantástico tener todos los pagos domiciliados en una misma cuenta, siempre que funcione bien, siempre con acceso directo a Internet, hoy quizás mejor en cuentas remuneradas que no solo no cobran ningún tipo de comisión sino que os devuelven un tanto por ciento de los recibos,  Yo llevo muchísimos años con Bankinter, aunque no es una cuenta remunerada, pero funciona tan bien que no me he cambiado. Todo se puede hacer desde casa, transferencias, anulaciones de recibos, depósitos… salvo ingresar un talón.
Los expertos aconsejan ahorrar un 6% de los ingresos para evitar los imprevistos que llegan siempre en el peor momento, y dejar un 20% para provisiones. Por eso una familia debe funcionar como una empresa bien organizada y bien llevada, aunque todavía haya hoy muchas pequeñas y grandes empresas que funcionan tan mal que lo increíble es que no hayan quebrado ya. Desgraciadamente muchas lo han hecho.
No se debe gastar nunca más de lo que se gana, mucho menos recurriendo a créditos, siempre con intereses altísimos, y tomar decisiones drásticas si hiciera falta. Según un estudio del Instituto de Estadística, un tercio de las familias españolas tiene problemas para llegar a final de mes. En muchas será porque realmente tienen pocos ingresos, pero en otras muchas es por falta de planificación y de sentido común a la hora de gastar
Vivir por encima de las posibilidades de cada uno, como ricos, como muchos han vivido en estos últimos años, no solo por la burbuja inmobiliaria sino porque se podía acceder a un crédito muy fácilmente y se pedía hasta para hacer un viaje de gran lujo, olvidándose de que casi al día siguiente había que empezar a devolverlo, pagando casi el doble de lo recibido si se hacía en cantidades pequeñas, es una verdadera locura.

TODO LO QUE NO SABES SOBRE EL ACEITE DE OLIVA
Por si todavía quedan dudas sobre el aceite de oliva, os aclaro que si en el envase pone exclusivamente “Aceite de oliva”, se trata de aceite de oliva refinado que es el que se ha usado en nuestro país durante muchos años, “el de toda la vida”, como algunas marcas siguen promocionándolo.
Si os fijáis un poquito más abajo, hay otro letrero que aclara “Aceite de oliva refinado y aceite de oliva virgen”. Es decir que, efectivamente, todo lo que contiene la botella procede del olivo, pero se trata de un aceite que ha sufrido en su fabricación presiones y temperaturas muy elevadas que han destruido todas sus vitaminas y sus buenas propiedades. Como además no sabe a nada, puesto que le han eliminado durante este proceso de refinado todos los olores y sabores desagradables que tenía en origen, para que sepa a “algo” se le añade un 10 o un 15% de aceite de oliva virgen, aunque ni especifican este tanto por ciento ni la clase de aceituna de la que procede. 
Dependiendo de la variedad de este aceite virgen que se le añade, siempre en muy pequeña cantidad, encontraremos innumerables marcas, algunas incluso “blancas”,  en botellas con diseños muy bonitos y con distintos colores de aceite, que para confundir más especifican  “sabor suave”, “sabor fuerte”, “sabor intenso”. Recordad que es siempre “aceite de oliva refinado” que, sin ser malo en absoluto, no tiene ni de lejos las fantásticas propiedades de los vírgenes.
Algunas marcas tradicionales y conocidas siguen poniendo además en estas botellas de aceite refinado, como antiguamente, 0,4º de acidez, aunque me da la impresión de que lo están suprimiendo, precisamente para equipararse con los aceites vírgenes que no necesitan declarar su acidez , y de hecho no lo hacen, ya que por el mero hecho de ser “vírgenes” son inmejorables.
En nuestro país, el mayor productor de aceite de oliva del mundo, desgraciadamente, el que se sigue consumiendo en mayor cantidad es este aceite refinado, porque todavía son muchos los que desconocen las propiedades y diferencias entre todos ellos.
El aceite de oliva virgen sin embargo solo se extrae en frío, antiguamente por un proceso de prensación y en la actualidad por centrifugación, y conserva todos los antioxidantes y vitaminas de la aceituna, es su zumo natural.
Cuando este aceite virgen es perfecto, sin ningún defecto a nivel sensorial, muy difícil de detectar salvo por los expertos y catadores, se le denomina aceite de oliva virgen extra, y ambos son verdadero oro líquido.
Usarlo para todo pues, además de un lujo para el paladar, es una maravilla para nuestra salud.
Aunque el aceite de oliva virgen tiene un precio un poquito más elevado que el refinado o que otros aceites vegetales, además de sus magníficas propiedades es, con diferencia, el más estable al calor, el que más cunde en la sartén y el único que se puede reutilizar en determinadas circunstancias.
Si se hace un uso racional del mismo, como aconseja la OMS, Organización Mundial de la Salud, tres o cuatro cucharadas soperas al día para personas ya crecidas, incluyendo aquí el que se usa para cocinar y aliñar, esta cantidad supone un litro por persona al mes, lo cual no es necesariamente gravoso económicamente.
Además muchas variedades de aceite de oliva virgen suelen estar en oferta en las grandes superficies, a veces con precios muy parecidos a los del aceite de oliva refinado, no teniendo nada que ver con el mismo como acabamos de ver. Aprovechadlas.
Os recuerdo que los aceites de oliva virgen se pueden mezclar entre sí, es decir diferentes variedades con distintos aromas y sabores, y es lo que hacen algunos fabricantes cuando no especifican la clase de aceituna de la que proceden, es un “coupage”.

Pero lo que nunca se debe hacer es mezclar aceite de oliva con los de semillas
, con ninguno, ni aceite de oliva “viejo”, y que por tanto se debe desechar, con aceite de oliva nuevo ya que lo estropearíamos.

11 MANERAS DE HACER EJERCICIO SIN SALIR DE CASA
El ejercicio es tan importante que una investigación de la Universidad de Cambridge asegura que con una vida activa se puede reducir un 40% la predisposición genética a desarrollar sobrepeso u obesidad.
Se puede hacer ejercicio como todos sabéis en muchos sitios que ya veremos, pero hoy concretamente me voy a dedicar al ejercicio en casa para los que realmente les es muy difícil salir y disponen de poco tiempo, solamente a ratitos y en horarios variables. Deben haber llegado a la conclusión de que es una de sus prioridades más importantes, y será muy fácil realizarlo si son especialmente organizados y responsables, tienen mucha fuerza de voluntad y ganas de querer hacerlo. Conviene marcarse, si es posible, desde el principio un horario que siempre podrá moverse con más agilidad que si se hace en el exterior.
1.     Se puede hacer algo tan sencillo como subir y bajar escaleras varias veces al día, y es un ejercicio excelente muy beneficioso para el corazón. Si no se vive en una casa con varias plantas sino en un piso, se sube y se baja varias veces a otros pisos, todos los días a ser posible y aumentando cada día el número de veces.
2.     Se pueden hacer 3 o 4 kilómetros diarios en casa, a la velocidad que se quiera o se pueda, en una cinta casera de andar, delante de la tele o del ordenador para “ver u oír” algún programa interesante, un idioma, o música, o con los cascos puestos… Aunque es solo para voluntariosos, conozco a más de uno que ha hecho kilómetros y kilómetros de esta manera hasta “fundir” el motor de la cinta.
3.     Si no os gusta andar, y es el primer ejercicio que os mandará cualquier médico, sobre todo para prevenir la osteoporosis en el caso de las mujeres, podéis optar por las bicicletas elípticas en las que el ejercicio es mucho más completo que en las estáticas y que muchos reumatólogos están ya recomendando.
4.     También, si os lo podéis permitir, acudir a un entrenador personal con la titulación debida, “Profesional en Ciencias de la Actividad Física y Deporte” que os enseñará una tabla de gimnasia elaborada a medida, personalizada, con arreglo a vuestras características físicas y a vuestras necesidades, para potenciar mejor las zonas más débiles, y cada uno puede escoger el grado de “movimiento” al que se quiere someter
De esta manera no solo se hace un ejercicio estupendo sino que se pueden perder kilos y volumen, y estilizar la figura.
Una vez que hayáis aprendido todos estos ejercicios, en una o varias sesiones dependiendo del entrenador, haceros en el ordenador una especie de “chuleta” para luego repetirlos vosotros solos a diario, o por lo menos 5 días a la semana. Apuntaros todos los detalles para repetirla sin errores ni malas posturas, coordinando respiración, tensión y relajación.
5.     También se puede escoger una de las múltiples tablas que hay en videos en Internet de step o del método Pilates el más conocido, e irán saliendo muchos más… Lo importante es que se muevan cada día todos los músculos de nuestro cuerpo, de los pies, dedos de los pies, tobillos, piernas, muslos, abdomen, cintura, espalda, hombros, brazos, manos, dedos de las manos, muñecas, cuello, cervicales… y hasta los músculos de la cara.
6.     Aprovechar cuando se realiza cualquier trabajo en el hogar, incluso delante del ordenador a ratos cortos, flexionando el cuerpo, cuello, brazos y piernas, haciendo estiramientos, contrayendo abdominales y glúteos, o moviendo las piernas colocando un “pedaleador” debajo de la mesa.
7.     Bailar, donde se ejercita todo el cuerpo y, además, es muy divertido y se puede disfrutar de la música escogida.
8.     Si tenéis en casa la Wii, con su Wii Fit Plus, y Wii Balance Board… es otra opción muy divertida para hacer ejercicio en casa, jugar al golf, al tenis… y algunos programas se pueden hacer al mismo tiempo con la pareja o incluso con los niños, si se tienen mandos suficientes. Si no la tenéis, aunque necesita un pequeño desembolso inicial, creo que tendrá mucho éxito en el futuro ya que otros muchos programas sirven para jugar en familia. En el Hospital Riley de Mississippi utilizan esta famosa Wii en los servicios de rehabilitación de pacientes que han sufrido un infarto cerebral, fracturas óseas o cualquier otra cirugía por sus beneficios. En los ejercicios que recomiendan se mueve todo el cuerpo con una coordinación de todas sus partes.
9.     A través del iPad y el iPhone también se pueden encontrar múltiples aplicaciones para hacer ejercicio incluso en la oficina.
10.  En la actualidad también nos anuncian en muchos medios de comunicación un sinfín de aparatos o artilugios que, colocados en el lugar adecuado de nuestro cuerpo, y sentados plácidamente en un sillón, sin ningún esfuerzo, ejercitan nuestros músculos y quemamos y quemamos calorías. En uno de estos anuncios se afirma que es para ¡fomentar la pereza del comprador! cuando ésta es la que precisamente sobra. Esto es categóricamente falso y una estafa. Pero es lo que muchos quieren oír, y pican y se lo compran. Todo esto “vende” y muchos desaprensivos se aprovechan impunemente. Ni que decir todo lo que podéis encontrar en Internet sobre estos artilugios “milagrosos”, ¡para “jartaros”! Y cada día más.
11.  También están de plena actualidad las plataformas vibratorias, de las que todavía algunos médicos no se atreven a opinar, y muchos las rechazan categóricamente, así como los profesionales de la actividad física. Pero, partiendo del hecho de que solo me he subido tan solo una vez encima de ellas para probarlas, a mi no me convencen demasiado, y pienso que esa vibración artificial y potente a la que se someten nuestros músculos a la larga puede no ser buena por posible descolgamiento de órganos internos. Por ello, a la hora de adquirir cualquiera de estos artefactos, que se van a multiplicar por días, buscad a un verdadero experto en la materia, algo que no es fácil. Podría ser, como antes os decía, un buen “Profesional en Ciencias de la Actividad Física y Deporte”. Si os dirigís al fabricante, éste con su palabrería barata seguro que os convence de sus maravillas.
El ejercicio está servido, en bandeja y a domicilio, y no van a dejar de aparecer nuevas cosas. ¡Ya no valen excusas!
El célebre psiquiatra español Luis Rojas Marcos, encargado de la salud mental de los neoyorquinos en la época del 11 de septiembre afirma que “quien cuida su cuerpo tendrá una mayor calidad de vida” e incluso “aquellos que han realizado ejercicio de forma periódica experimentarán el proceso de la muerte de un modo más breve”.
Una frase que me gusta especialmente y que refleja la importancia de movernos en todos los aspectos es de la madre Teresa de Calcuta: “Cuando no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar camina, y cuando por los años no puedas caminar ayúdate con un bastón pero no dejes de caminar, no te detengas nunca”.