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jueves, 25 de abril de 2013
¿QUÉ ES EL CÁNCER COLORRECTAL?
El cáncer colorrectal es el cáncer que se origina en el colon o el recto (la parte del sistema digestivo que extrae los nutrientes de los alimentos y almacena los desechos hasta que son expulsados del cuerpo). El cáncer colorrectal se presenta cuando las células del colon o recto se vuelven anormales y se dividen en forma descontrolada y sin orden. Las células
cancerosas pueden invadir y destruir el tejido alrededor de ellas. También pueden
desprenderse del tumor y diseminarse para formar nuevos tumores en otras partes del cuerpo.
¿Quién tiene el riesgo?
Se desconocen las causas exactas del cáncer colorrectal. Sin embargo, los estudios han
mostrado que ciertos factores aumentan la probabilidad de que una persona desarrolle este
tipo de cáncer:
Edad. El cáncer colorrectal tiene más probabilidad de ocurrir al envejecer la gente. La
mayoría de las personas que desarrollan cáncer colorrectal son mayores de 50 años de edad.
Sin embargo, la enfermedad puede presentarse a cualquier edad.
Dieta. El desarrollo de cáncer colorrectal parece estar relacionado con una dieta alta en
grasa y calorías y baja en alimentos con fibra tales como, grano integral, frutas y verduras.
Los investigadores están analizando el papel que tienen éstos componentes dietéticos y otros en el desarrollo del cáncer colorrectal.
Pólipos. Los pólipos son crecimientos benignos (no cancerosos) en la pared interna del colon o recto. Son relativamente comunes en las personas mayores de 50 años de edad.
Debido a que la mayoría de los cánceres colorrectales se desarrollan en pólipos, el detectar y extraer estos crecimientos puede ser una forma de prevenir el cáncer colorrectal. La poliposis familiar es una condición heredada, poco común, en la que se desarrollan cientos de pólipos en el colon y el recto. A menos que esta condición sea tratada, es muy probable que la persona que la tenga desarrolle cáncer colorrectal.
Historia personal. La persona que ya ha tenido cáncer colorrectal puede desarrollarlo por segunda vez. Además, los estudios de investigación muestran que las mujeres con un historial de cáncer de los ovarios, del útero o cáncer del seno tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Historia familiar. Los familiares cercanos (padres, hermanos o hijos) de una persona que ha tenido cáncer colorrectal tienen más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer, especialmente si el pariente desarrolló el cáncer cuando joven. Si varios miembros de la familia han tenido cáncer colorrectal, las probabilidades aumentan aún más.
Colitis ulcerosa. La colitis ulcerosa es una condición en la que se inflama el revestimiento
del colon. Las personas con colitis ulcerosa tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal.
¿En qué consisten los exámenes selectivos de detección y por qué son tan importantes?
Los exámenes selectivos de detección son pruebas para determinar problemas de salud antes de que éstos causen síntomas. Son importantes porque el detectar los problemas de salud en una etapa inicial generalmente significa que el tratamiento tendrá más éxito.
Los exámenes selectivos de detección para el cáncer colorrectal se utilizan para detectar el
cáncer, los pólipos que pueden convertirse en cáncer u otras condiciones anormales.
La mayoría de las personas que se someten a los exámenes selectivos de detección del colon y del recto no tienen anormalidad colorrectal alguna. Para quienes sí la tienen, el diagnóstico y el tratamiento podrán hacerse con más prontitud.
¿Qué pruebas se utilizan como exámenes selectivos de detección del cáncer colorrectal?
Las personas que tienen cualquier factor de riesgo para el cáncer colorrectal (ver pregunta 2) deben consultar con su médico acerca de cuándo empezar los exámenes selectivos de detección, a qué pruebas deben someterse y con qué frecuencia programar las consultas. El médico les puede indicar una o varias pruebas de las que se indican a continuación como
parte de los exámenes médicos regulares.
El análisis de sangre oculta en heces (FOBT, en inglés) es una prueba para detectar sangre en la deposición. Se ha demostrado que esta prueba reduce la probabilidad de muerte por cáncer colorrectal.
La sigmoidoscopia es un examen del recto y de la parte baja del colon con un instrumento iluminado.
La colonoscopia es un examen del recto y de todo el colon con un instrumento iluminado.
El enema de bario con doble contraste es una serie de radiografías del colon y del recto.
Las radiografías se toman después de dar al paciente un enema con una solución blanca calcárea que contiene bario, para mostrar radiológicamente el colon y el recto.
El examen rectal digital (DRE, en inglés) es una prueba en la que el médico inserta en el recto un dedo con guante lubricado buscando áreas anormales.
¿Pagan las compañías de seguros por los exámenes selectivos de detección para el cáncer colorrectal?
Se deberá verificar con la compañía de seguro médico para determinar los beneficios en
relación con los exámenes selectivos de detección para el cáncer colorrectal. Las personas de 50 años de edad o más y que están cubiertas por Medicare llenan los requisitos para recibir este beneficio. Existe información adicional en la dirección de Internet de Medicare:
http://www.medicare.gov/health/overview.asp.
¿Causa síntomas el cáncer colorrectal?
Los síntomas comunes de cáncer colorrectal son:
Un cambio en los hábitos del intestino Diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía por completo
Sangre en la deposición (ya sea de color rojo brillante o muy oscuro)
Deposiciones que son más delgadas que de costumbre
Molestia abdominal general (dolores frecuentes por gases, inflamación, llenura y calambres)
Pérdida de peso sin razón conocida- Cansancio constante- Vómitos
Estos síntomas pueden ser causados por el cáncer o por otras enfermedades diferentes. Es importante verificar con el médico.
¿Cómo se diagnostica el cáncer colorrectal?
Para determinar la causa de los síntomas, el médico evalúa el historial personal y familiar, y también hace un examen físico y podría ordenar una o más pruebas de diagnóstico. Éstas pueden incluir una prueba de sangre que se conoce como prueba del antígeno carcino embrionario (CEA, en inglés) para medir una proteína del mismo nombre y que algunas veces aparece más elevada en pacientes con cáncer colorrectal. Puede realizarse una biopsia, la extracción de tejido para ser examinado por un patólogo bajo el microscopio, para determinar
si la persona tiene cáncer. El médico puede también ordenar radiografías del tracto gastrointestinal, una sigmoidoscopia o una colonoscopia .
Si el diagnóstico es de cáncer, el médico deberá determinar la etapa (o magnitud) de la enfermedad. Al determinar la etapa de la enfermedad se intenta con cuidado saber si el cáncer se ha diseminado y, si es así, a qué partes del cuerpo. El conocer la etapa de la enfermedad ayuda al médico a planificar el tratamiento. Pueden realizarse pruebas adicionales para ayudar a determinar la etapa.
¿Cómo se trata el cáncer colorrectal?
El tratamiento del cáncer colorrectal depende de varios factores, tales como la salud general del paciente y el tamaño, ubicación y extensión del tumor. Se utilizan diferentes tratamientos y combinaciones de estos para tratar el cáncer colorrectal.
La cirugía para extirpar el cáncer es el tratamiento más común para el cáncer colorrectal.
El tipo de cirugía que el médico realice depende principalmente de la ubicación del cáncer.
La quimioterapia es el uso de medicamentos anticancerosos para matar las células de cáncer; estos medicamentos circulan en el torrente sanguíneo y afectan las células cancerosas en todo el cuerpo.
La radioterapia implica el uso de rayos X de alta energía para matar las células cancerosas. La radioterapia afecta las células de cáncer sólo en el área tratada.
La terapia biológica, también conocida como inmunoterapia, utiliza el sistema inmune del cuerpo, directa o indirectamente, para combatir el cáncer. El sistema inmune reconoce las células cancerosas en el cuerpo y trabaja para eliminarlas. Se diseñan terapias biológicas para reparar, estimular o intensificar la función natural del sistema inmune contra el cáncer.
¿Participan los pacientes con cáncer colorrectal en estudios clínicos .
Sí, los pacientes de cáncer colorrectal en todas las etapas pueden participar en estudios clínicos (estudios de investigación). Los estudios clínicos para evaluar nuevas formas de tratar el cáncer son una opción de tratamiento apropiada para muchos pacientes con esta enfermedad. A través de la investigación, los médicos aprenden nuevas formas de tratar el cáncer que pueden resultar más efectivas que la terapia estándar. La investigación ha logrado adelantos significativos en el tratamiento del cáncer colorrectal. La información recopilada
acerca de los estudios clínicos que se llevan a ca o está disponible a través del Servicio de
Información sobre el Cáncer (CIS, en inglés) (ver más adelante) o a través de Internet en la
dirección de Cancer.gov del Instituto Nacional del Cáncer:
ESTUDIOS DEL DEL CÁNCER PRIMARIO DE HÍGADO EN ADULTOS
Después del diagnóstico del cáncer primario del hígado en adultos, se realizan pruebas para
determinar si las células cancerosas se han diseminado dentro del hígado o a otras partes del
cuerpo.
El proceso utilizado para determinar si el cáncer se ha diseminado dentro del hígado o a otras
partes del cuerpo se denomina clasificación en estadios. La información obtenida a partir del
proceso de clasificación determina el estadio de la enfermedad. Es importante contar con esta
información a fin de planificar el tratamiento. Las pruebas y procedimientos a continuación se
utilizan en el proceso de clasificación en estadios:
Radiografía de tórax:
Una radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Los
rayos X son un tipo de haz de energía que atraviesan el cuerpo y se plasman en una película, logrando una fotografía del interior del cuerpo.
Tomografía computarizada (TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de
fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes
son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Es posible que al
paciente se le inyecte o se le dé a beber un tipo de tintura que sirve para que el órgano o tejido aparezca más claro en la radiografía. Este procedimiento se denomina también tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada.
IRM (Imágenes por resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un imán, ondas
de radio y una computadora para crear fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo.
Este procedimiento se denomina también imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Exploración ósea: Procedimiento utilizado para verificar la existencia de células que se
dividen rápidamente, como células cancerosas, en los huesos. Una cantidad muy pequeña de material radioactivo se inyecta en una vena y recorre el torrente sanguíneo. El material radioactivo se acumula en los huesos y se utiliza un escáner para su detección.
Ecografía Doppler: Es un tipo de ecografía que hace uso de las diferencias en los ecos
producidos en la ecografía, para medir la velocidad y dirección del flujo sanguíneo.
Los estadios a continuación se utilizan en la clasificación del cáncer primario del hígado en
adultos:
En el estadio I, existe un tumor y este no se ha esparcido a vasos sanguíneos circundantes.
En el estadio II, se encuentra uno de los siguientes:un tumor que se ha esparcido a los
vasos sanguíneos próximos, o-más de un tumor, con tamaños inferiores a cinco centímetros.
El estadio III se divide en estadio IIIA, IIIB y IIIC.
En el estadio IIIA, se encuentra uno de las siguientes:
más de un tumor mayor de cinco centímetros; o un tumor que se ha esparcido a una ramificación mayor de los vasos sanguíneos cerca del hígado.
En el estadio IIIB, existen uno o más tumores de cualquier tamaño, que ya sea:
se ha esparcido a órganos circundantes además de la vesícula biliar; o ha cruzado el recubrimiento de la cavidad peritoneal.
En el estadio IIIC, el cáncer se ha esparcido a ganglios linfáticos circundantes.
En el estadio IV, el cáncer se ha diseminado más allá del hígado a otros lugares en el cuerpo, como los huesos o pulmones. Los tumores pueden tener cualquier tamaño y también haberse diseminado a vasos sanguíneos próximos o ganglios linfáticos.
Para el cáncer primario del hígado en adultos, los estadios se agrupan también de acuerdo con la manera en que puede tratarse el cáncer. Hay tres grupos de tratamiento:
Localizado resecable
El cáncer se encuentra en el hígado solamente, no se ha diseminado y puede extirparse completamente con cirugía.
Localizado y localmente avanzado no resecable
El cáncer se encuentra en el hígado solamente y no se ha diseminado pero no puede extirparse completamente con cirugía. Avanzado
El cáncer se ha diseminado por el hígado o a otras partes del cuerpo, como los pulmones y los huesos.
DIAGNÓSTICO DEL CÁNCER PRIMARIO DE HÍGADO EN ADULTOS.
Se utilizan pruebas que examinan el hígado y la sangre para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer primario del hígado en adultos.
Pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:
Examen físico y antecedentes: Examen del cuerpo para verificar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad como nódulos o cualquier otra cosa que parezca inusual. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, antecedentes de enfermedades y los tratamientos aplicados en cada caso.
Prueba sérica del marcador tumoral: Procedimiento mediante el cual se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la misma por órganos, tejidos o células tumorales en el cuerpo. Ciertas sustancias están relacionadas con tipos específicos de cáncer cuando se encuentran en concentraciones altas en la sangre. Estas sustancias se conocen como marcadores tumorales. Un aumento en la concentración de fetoproteína alfa (FPA) en la sangre puede ser un signo de cáncer del hígado. Otros cánceres y ciertas afecciones no cancerosas, como la cirrosis y la hepatitis, aumentan también la
concentración de FPA.
Recuento sanguíneo completo (RSC): Procedimiento en el cual se toma una muestra de sangre y se analiza en cuanto a lo siguiente:
La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los glóbulos rojos.
La parte de la muestra de sangre compuesta por gló ulos rojos.
La paroscopia: Procedimiento quirúrgico para estudiar los órganos dentro del abdomen a fin de detectar signos de enfermedad. Se realizan incisiones (cortes) pequeñas en la pared abdominal y se introduce un laparoscopia (una sonda delgada, iluminada) en una de las incisiones. Se pueden insertar otros instrumentos a través de la misma u otras incisiones para llevar acabo procedimientos como la extirpación de órganos o la toma de muestras de tejidos para una biopsia.
Biopsia: La extirpación de células o tejidos con el fin de que un patólogo los observe en el microscopio y determine la presencia de signos de cáncer. La muestra se toma mediante la inserción de una aguja fina en el hígado durante una radiografía o ecografía. Esto se denomina biopsia por punción o aspiración con aguja fina. La biopsia puede realizarse durante una laparoscopia.
Tomografía computarizada (TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Es posible que al paciente se le inyecte o se le dé a beber un tipo de tintura que sirve para que el órgano o tejido aparezca más claro en la radiografía. Este procedimiento se denomina también tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada.
IRM (Imágenes por resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento se denomina también imágenes por resonancia
magnética nuclear (IRMN).
Ecografía: Procedimiento en el cual se rebotan ondas sonoras de alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y crean ecos. Los ecos forman una
fotografía de los tejidos corporales denominada sonograma.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL CÁNCER DE HÍGADO
¿En dónde está el hígado y cuál es su función?
El hígado es un órgano grande situado en el lado derecho del abdomen y está protegido por la caja del tórax. El hígado tiene muchas funciones. Juega un papel en la conversión de los alimentos en energía. También filtra y almacena la sangre.
¿Qué es el cáncer de hígado?
El cáncer de hígado es una enfermedad en la que las células del hígado se hacen anormales, crecen fuera de control y forman un tumor canceroso. Este tipo de cáncer se llama cáncer primario de hígado. El cáncer primario de hígado se llama también hepatoma maligno o carcinoma hepatocelular. Niños muy pequeños pueden desarrollar otra forma de cáncer de hígado que se conoce como hepatoblastoma.
El cáncer que se disemina al hígado desde otra parte del cuerpo (cáncer metastásico) no es lo mismo que el cáncer primario de hígado. Esta hoja informativa trata del cáncer primario de hígado en adultos. Para información sobre el hepatoblastoma o sobre cáncer que se ha diseminado al hígado desde otro sitio, contacte el Servicio de Información sobre el Cáncer (CIS) del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), al teléfono que se indica más adelante.
¿Cuáles son los factores de riesgo de cáncer de hígado?
El desarrollo de cáncer de hígado se cree que está relacionado con la infección del virus de la hepatitis B (VHB) y el virus de la hepatitis C (VHC). Los científicos piensan que del 10 al 20 por ciento de las personas infectadas con VHB desarrollarán cáncer de hígado. Se encuentra evidencia de infección con el virus de la hepatitis B en casi una cuarta parte de los estadounidenses que tienen cáncer de hígado. La relación exacta entre el VHC y el cáncer de hígado está siendo estudiada.
Los investigadores han encontrado que las personas con algunas otras enfermedades del hígado tienen una probabilidad más alta que el promedio de desarrollar cáncer primario de hígado. Por ejemplo, del 5 al 10 por ciento de las personas que tienen
cirrosis de hígado (un trastorno progresivo que lleva a la cicatrización del hígado) eventualmente desarrollarán cáncer de hígado. Una investigación sugiere que los factores del estilo de vida, como el consumo de alcohol y la desnutrición, causan
tanto cirrosis como cáncer de hígado.
Las aflatoxinas—un grupo de compuestos químicos producidos por un hongo que puede contaminar ciertos alimentos, como los cacahuates, el maíz, el grano y las semillas—son carcinógenas (agentes que causan cáncer) de cáncer de hígado.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de hígado?
El cáncer primario de hígado es difícil de detectar en una etapa temprana porque sus primeros síntomas son generalmente vagos. Como con otros tipos de cáncer, esta enfermedad puede causar una sensación general de poca salud. El cáncer de hígado
puede llevar a una pérdida del apetito, pérdida de peso, fiebre, fatiga y debilidad.
Conforme crece el cáncer, se puede presentar dolor en la parte superior del abdomen en el lado derecho y se puede extender a la espalda y al hombro. Algunas personas pueden sentir una masa en la parte superior del abdomen. El cáncer de hígado puede también llevar a una inflamación del abdomen y a una sensación de llenura o abotagamiento. Algunas personas tienen episodios de fiebre y náuseas o desarrollan ictericia, una condición en la que la piel y lo blanco de los ojos se ponen amarillos y la orina se hace oscura.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por cáncer primario o metastásico en el hígado, por un tumor enigno (no canceroso) en el hígado o por otras condiciones menos serias. Sólo un médico puede decir con
seguridad.
¿Cómo se hace el diagnóstico de cáncer de hígado?
Para hacer un diagnóstico de cáncer de hígado, el médico apunta el historial médico, hace un examen físico con cuidado y ordena algunos análisis.
Los análisis de sangre se utilizan para ver qué tan bien funciona el hígado. Pueden también utilizarse para verificar la existencia de marcadores tumorales, los cuales son substancias que se encuentran con frecuencia en cantidades anormales en pacientes
con cáncer de hígado. El marcador tumoral alfa-feto proteína (AFP) puede ser útil para ayudar en el diagnóstico de cáncer de hígado. Cerca del 50 al 70 por ciento de las personas que tienen cáncer primario de hígado tienen niveles elevados de AFP.
Sin embargo, otros cánceres como el cáncer de células germinales y, en algunos casos, el cáncer de estómago y de páncreas también causan niveles elevados de AFP.
Las radiografías de tórax y de abdomen, los angiogramas (radiografías de los vasos sanguíneos), los escanogramas de tomografía computarizada (radiografías puestas en orden por computadora) y las imágenes por resonancia magnética (imágenes creadas mediante el uso de un campo magnético) pueden todos ellos ser parte del proceso de
diagnóstico.
Los escanogramas del hígado que usan materiales radiactivos pueden ayudar a identificar áreas anormales en el hígado.
La presencia de cáncer de hígado se confirma con una biopsia. Se remueve (por medio de una aguja o durante una operación) tejido del hígado (la muestra de la biopsia) y se examina en el microscopio para ver si hay células cancerosas presentes.
El médico puede también mirar el hígado con un instrumento llamado laparoscopio, el cual es un instrumento pequeño en forma de tubo con una luz en un extremo. Para este procedimiento, se hace una incisión pequeña en el abdomen para poder insertar el laparoscopia. El médico podrá remover una porción pequeña de tejido durante la laparoscopia. Un patólogo examina entonces el tejido bajo el microscopio para ver si hay células cancerosas presentes.
¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de hígado?
El cáncer de hígado es difícil de controlar a menos que el cáncer se encuentre cuando es muy pequeño. Sin embargo, el tratamiento puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento depende del estadio (etapa o extensión) de la enfermedad, de la condición del hígado y de la edad y salud en general del
paciente. El médico puede recomendar la cirugía, la quimioterapia (tratamiento con fármacos anticancerosos), la radioterapia (tratamiento con rayos de alta energía), la terapia biológica (tratamiento que usa substancias que ayudan al cuerpo a combatir el cáncer) o una combinación de estos métodos de tratamiento.
¿HAY ESTUDIOS DE TRATAMIENTO PARA PACIENTES CON CÁNCER DE HÍGADO?
Los estudios de tratamiento (estudios clínicos) son estudios de investigación diseñados para encontrar tratamientos más efectivos y formas mejores de usar los ratamientos actuales. La participación en los estudios de tratamiento es una opción para muchos pacientes con cáncer de hígado. En algunos estudios, todos los pacientes reciben el tratamiento nuevo. En otros, los médicos comparan terapias diferentes al dar el tratamiento nuevo a un grupo de pacientes y la terapia estándar a otro grupo. De esta forma, los médicos pueden comparar las diferentes terapias.En los estudios de tratamiento para cáncer de hígado, los médicos están estudiando nuevos fármacos anticancerosos y combinaciones de fármacos. Ellos están también estudiando nuevas formas de administrar la quimioterapia, tales como poner los fármacos directamente en el hígado. Otros enfoques de investigación son la crioterapia (cirugía que usa frío extremo para destruir las células cancerosas) y
combinaciones de varios tratamientos estándar.
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