La Verdad que
no
Sabias Sobre la Leche
La leche, el alimento
perfecto…
para el becerro.
Apenas en
los últimos años se descubrió
que
la leche no es buena
para
todos
los humanos. En Asia, África y América Latina, por cuestiones genéticas
de
la raza, la gente no digiere la
leche.
Luego entonces, ni la leche, ni
los
quesos, ni la mantequilla, deberían estar en
la dieta
de nuestros hijos, por
la gran
cantidad de alergias
y enfermedades
que
causan.
Las verdades que no sabías de la leche
1.- La leche y sus derivados contienen grasas saturadas en grandes
proporciones.
2.- La leche de vaca contiene demasiado colesterol.
3.- La leche y sus derivados
son muy pobres en
hierro.
4.- La leche propicia
la diabetes en
cientos de niños.
5.- El cáncer de los ovarios está relacionado
con la leche.
6.- Las cataratas en los ojos
tienen
relación
con la leche.
7.- La leche es la
primera
causante de las alergias.
8.- Es mentira que la
leche es
una fuente importante de calcio, ni
tampoco frena a la
osteoporosis.
9.- Está contaminada con
los antibióticos
que
recibe la vaca.
10.- No se digiere bien.
11.- Causante de cólicos en
los
bebés.
12.- No es una fuente natural de vitamina
A y D.
13.-No contiene fibra.
14.- Puede causar leucemia
en los
niños.
15.- Las hormonas que se inyectan a las vacas
para su crecimiento forzado,
se quedan
en la leche.
Si la leche natural no
es buena para
tomar,
¿qué
podemos esperar de la
leche industrializada?
Lista de aditivos
que
contiene la
leche que ingenuamente nos
tomamos y les damos a beber a nuestros
hijos.
Leche enlatada o tetra-pack
Ascorbato
de
sodio, carbonato
y bicarbonato de sodio, peróxido de hidrógeno,
goma de avena,
vitaminas sintéticas, aspárteme
(las light). Ácidos
ascórbico, cítrico y
láctico, ceras
(del
envase), cloruro de calcio, fosfatos sódico y potásico, citratos
alcalinos, vitaminas sintéticas, metales pesados. Pero además las
pasteurizan
y hasta le ponen
antibióticos.
La pasteurización
de
la leche destruye la
lecitina, los
ácidos
grasos insaturados, las
vitaminas
y enzimas
que
contenía la leche. La homogeneización a su
vez,
es la
causante de la arteriosclerosis. Los antibióticos que le dan a la
vaca para que suba rápido
de
peso y tenga
la
carne más blanca
y tierna provocan en el
consumidor de carne de res o leche de vaca,
anemia
plástica, daños renales, parálisis del
sistema
nervioso, inflamación de los
pulmones,
perturbaciones hepáticas, alergias y sordera.
Hormonas en el vaso
de leche
Los dueños de establos están felices
por
haber
descubierto que la transnacional
Monsanto
estaba ofreciendo
un producto (POSILAC)
que garantiza que una
vaca
lechera a la que se le está
inyectando cada 2 semanas una dosis
de
POSILAC, en menos de dos
semanas estará produciendo
¡ un
30%
más de leche!
¿Cómo se
produce ese milagro?
La hormona
BGH (bautizada
como “posilac” por sus
fabricantes),
al ser inyectada
en el
animal le estimula
la producción
de
otra hormona
llamada
la IGF-1, que es la
que provoca la producción extra
de
leche. (Y en consecuencia, un 30% más de ganancia…)
El inconveniente de la hormona
es que se ha encontrado una
muy
estrecha relación entre la IGF-1 y
el famoso
CÀNCER.
La leche y la
Diabetes
En varios países los
médicos hablan de una
relación entre la diabetes
con dependencia de insulina… y la leche de vaca. Esta forma
de
diabetes
usualmente
empieza en
los primeros
años de vida y se
manifiesta
sobre todo en los niños
que NO reciben
leche de su madre.
Las proteínas
de
la leche estimulan la producción de anticuerpos
que,
a su vez, destruyen a las células
productoras de insulina. La proteína en
cuestión es la bobine serum albumine (en inglés) y se ha encontrado en
el 100% de los niños
diabéticos
que
se han revisado.
La diabetes en
los
niños es resultado de factores: el
genético
y el consumo de leche de vaca
en sus primeros
2 años
de
vida.
En el caso
de
los bebés la
única leche que les
hace bien, es
la leche materna (y es
gratis) la parafina con que se recubre el empaque de la leche,
ha resultado
también
cancerígeno.
Aparte de Los humanos, ninguna otra
especie toma
leche después
de
la infancia, y
ninguna otra
especie toma
la leche de otra
especie (salvo los
perros y gatos
domésticos que adquieren este hábito de los humanos). Después de los
cuatro años de vida, la mayor parte de la
gente desarrolla intolerancia a la
lactosa, incapacidad
para digerir
el carbohidrato
lactosa (presente en la
leche), debido
a que dejan de
sintetizar la
enzima digestiva lactosa. Las personas con intolerancia
a la lactosa
que
beben leche,
pueden
sufrir calambres estomacales,
gases y diarrea. Según algunos
cálculos, hasta un 70% de la
población mundial no
tolera la lactosa. (1). La
intolerancia a
la lactosa se da
en el 50% de los hispanos adultos,
y en el 75%
¿Tienes asma,
mucha tos,
muchos
mocos? Prueba
a no tomar más leche, y bajar
los lácteos en
tu
dieta.?
La leche humana contiene 45 gramos
de
lípidos por
litro de los
que
el 55% son ácidos
grasos poli insaturados y un
45%
saturados. Teniendo,
además, un elevado
contenido en ácido
linoleico, precursor
de prostaglandinas y leucotrienos antiinflamatorios.
En cambio la
leche
de vaca – la más consumida – contiene un 70% de ácidos grasos saturados
y un
30%
de poli insaturados.
Una
estructura
que
favorece la
formación de prostaglandinas y leucotrienos
inflamatorios, en oposición a los antiinflamatorios
de
la leche humana.
La pasteurización y
la homogeneización provocan
que
las grasas saturadas atraviesen
las
paredes intestinales en
forma
de
pequeñas
partículas
no digeridas
lo
que inexorablemente aumenta los niveles
de
colesterol y grasas
saturadas en sangre.
Además el contenido en colesterol de la leche es superior al de otros alimentos famosos por
ser ricos en
ese elemento. De hecho
algunos países ya han
retirado
la leche de la
lista de alimentos fundamentales
para la dieta porque se ha observado
que los niños
que
acostumbran a tomar varios
vasos de leche al día tienen
sus
arterias en peores condiciones
que los
que no
la toman.
Concretamente como un
“fumador” – que digo
yo supuesto – con un estilo
de
vida sedentario.
entre el consumo de leche y
las dolencias que se relacionan
a continuación, que
aunque es largo de leer considero necesario exponer
para tener
una idea aproximada de lo
que
hablo y porqué.
Estas afecciones son:
Anemia ferropenia. La mitad
del
resto
de
las anemias que se producen
en Estados Unidos están relacionadas con el consumo
de
leche y sus derivados
por los pequeños
sangrados gastrointestinales que la leche suele provocar.
Artritis Reumatoide a
y Osteoartritis. Está constatado que los
complejos
antígenos – anticuerpos
generados
por la leche – se depositan en las
articulaciones
provocando
su inflamación y entumecimiento. Estudios realizados en
la Universidad
de Florida (Estados Unidos) confirman que los síntomas se agravan en pacientes
con Artritis Reumatoide a que consumen leche se
afirma que en personas afectadas de esta patología
que
dejaron de ingerir
lácteos
y tomaron sólo
agua, té verde,
frutas
y zumos
vegetales entre 7
y 10
días la inflamación y
el dolor disminuyeron
significativamente. Agregando
que
cuando alguno
volvía
a una
dieta
“lacto-ovo-
vegetariana” los síntomas reaparecían.
Asma. Se sabe que la
leche puede estimular la producción
excesiva de mucosa en
las vías respiratorias y que la
alergia
a la leche es causa
de
asma. Además
está
completamente demostrado
que
los niños con exceso de mucosidad
y dificultades
respiratorias
a los que se les retira la
leche de vaca mejoran
de
forma sorprendente. Autismo. Investigadores
italianos
descubrieron
que
los síntomas neurológicos de los pacientes
autistas
empeoran cuando consumen leche en combinación con
el trigo
(el
desayuno de los
campeones, vaya).
Se
cree que los péptidos de la
leche pudieran
tener
un efecto tóxico
en el sistema nervioso central al
interferir con los
neurotransmisores. En
sus
investigaciones los
doctores de la
Universidad de Roma notaron
una mejoría marcada en la conducta de esos
enfermos tras
dejar de ingerirla ocho
semanas.
En su sangre había altos niveles de anticuerpos contra
la caseína, la lacto albúmina
y la betalactoglobulina.
Cáncer de estómago. Investigadores
del
Instituto Nacional de Salud Publica de
Morelos (México)
encontraron un aumento
significativo del riesgo
de
contraer cáncer de estómago en pacientes que consumían
productos lácteos.
Cáncer de mama. La leche está
considerada por muchos
expertos causa
directa
de este "tipo" de cáncer. Si
a ello
añadimos
la influencia
que tiene la
hormona insulínica
las probabilidades de sufrirlo aumentan considerablemente en
las grandes
consumidoras de leche (Discovery
DSALUD
publicará el mes que viene un artículo sobre
este importante asunto
que tanto
preocupa a las mujeres).
Cáncer de ovarios. La galactosa
-uno de los
azúcares de la leche- se
ha relacionado
también con el cáncer
de ovarios. Algunos investigadores
consideran que las mujeres
que beben más
de
un vaso de leche entera
al día tienen tres
veces más probabilidades de contraer cáncer de ovarios que las que no lo
ingieren.
-Cáncer de páncreas. Investigadores afirman
que existe una relación
"positiva y fuerte"
entre el cáncer del páncreas
y el consumo de leche, huevos y carne.
Cáncer de próstata. Un estudio que el
consumo de mucha leche y
sus
derivados está asociado con
un incremento del riesgo de cáncer de próstata
en los hombres.
Explicando que ello se
puede deber a que el alto
contenido de calcio de la
leche hace disminuir
la cantidad de vitamina D del cuerpo, encargada de proteger
del cáncer de próstata
a pesar
de
que la propia leche la
contiene.
Cáncer
de pulmón. Investigadores
holandeses
concluyeron en 1989 que las
personas
que
toman tres o más
vasos de leche diaria tienen dos
veces más probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón
que los
que
no la toman.
Y que, sin embargo -contra
lo
que afirman sus
colegas noruegos- las personas que toman esa misma cantidad pero de leche desnatada
parecen
estar más protegidas. que entre las
personas
que
beben tres o más
vasos de leche entera al
día aumenta el riesgo de
desarrollar
cáncer de pulmón
en un
200%
(comparado con aquellos que nunca la toman).
Además se ha documentado que existe relación
directa
entre la
hormona somatotropina
y el
cáncer de pulmón, y
entre éste y las
dioxinas
que contaminan
la leche.
Cáncer de testículos. Investigadores británicos
descubrieron que también
hay
relación entre el cáncer testicular
y el consumo de leche. El riesgo
encontrado fue
7,19 veces mayor que en
la población general
y aumenta en un 1,39 por cada cuarto
de
leche adicional que se consume.
Cataratas. Hay una creciente evidencia
de
la relación entre el
consumo de leche y las
cataratas. Según diversos
estudios
científicos
las
poblaciones
humanas que consumen
grandes cantidades de productos
lácteos
tienen mayor incidencia de cataratas
que
aquellos que los evitan. Este defecto se ha
relacionado con la
lactosa y la
galactosa. Siendo
la relación más evidente entre la mujeres que entre los
hombres. El tipo
más frecuentemente es la
catarata cortical.
Colitis
ulcerosa. También
el consumo de leche se ha asociado a esta
dolencia.
Colon irritable. Hay diversos estudios que vinculan igualmente la ingesta de leche con el
desarrollo
de
esta patología.
Enfermedades
coronarias. Numerosos investigadores
relacionan
algunos
componentes
de
la leche -el
colesterol, las
grasas, su alto
contenido
en calcio, la
presencia
de
xantina
oxidasa, etc.- con este tipo de dolencias. En
el caso
de
la enzima bovina xantina oxidasa
se
sabe que sólo
causa
problemas cuando
la leche es
homogeneizada y que su daño se centra en
los vasos sanguíneos. La
posible explicación está
en
que esta enzima
atravesaría intacta las paredes intestinales,
se
trasladaría a través de la sangre y destruiría
el
masmógeno, uno
de
los componentes
de las
membranas de las
células
que forman
el tejido cardiaco Durante un periodo de
casi cuatro años Oster estudió a 75 pacientes que sufrían angina de pecho y arteriosclerosis. Pues bien, se eliminó
la leche de sus dietas y
se
les dio ácido fólico y vitamina
C -ambas combaten
la xantina oxidasa- y
en todos los
casos el dolor disminuyó. "La
leche homogenizada,
debido al contenido de xantina oxidasa,
es una
de
las mayores causas de enfermedades
coronarias .
Hay también estudios realizados en
Rusia
según los cuales
quienes
beben tres o más
vasos de leche al día
tienen
1,7 más probabilidades de padecer enfermedades
isquémicas cardíacas
que
quienes no
la consumen. Igualmente se sabe que el
consumo habitual
de
productos lácteos aumenta el
colesterol malo (LDL) sin afectar
al bueno (HDL) por
lo
que ya en sí mismos constituyen
un factor
de riesgo.
Y debemos
añadir
que el consumo
de
proteínas
lácteas
parece
tener
relación directa con la mortalidad coronaria ya que se ha
comprobado que los
anticuerpos creados contra
la caseína activan el sistema plaqueta
río estimulando
la
trombo génesis. Además se las
relaciona
con la inflamación
de
las paredes
de
las arterias
favoreciendo
así
el proceso arteriosclerótico.
En cuanto
al calcio de la
leche cabe decir que parece existir relación
entre el endurecimiento
de
las arterias
y el excesivo contenido de este mineral en
sangre.
Añadiremos
que la
leche desnatada
se ha
asociado con enfermedades
coronarias no
isquémicas en hombres mayores
de
45 años y en mujeres
mayores de 75.
Esclerosis múltiple.
Científicos estudios
acerca de los factores
asociados con la esclerosis múltiple y si bien
hasta
ahora sólo han
obtenido conclusiones
parciales
han podido establecer relación entre la esclerosis múltiple y un excesivo consumo
de leche.
Estreñimiento. La leche es
causa conocida de estreñimiento en niños
y ancianos. Su
eliminación de la dieta y un mayor consumo
de
vegetales y fibra suele resolver ese
problema.
Asimismo,
tanto
el estreñimiento crónico
como las lesiones perianales
se
han asociado con
una
clara intolerancia a
la leche de vaca.
Fatiga crónica. Según un
estudio realizado
con niños beber
leche aumenta
44,3
veces el riesgo
de
padecer esta
enfermedad.
Fístulas y fisuras anales. Podría deberse al parecer a
la alergia
a una
proteína de la
leche de cabra.
Incontinencia urinaria. Muchos niños
que
mojan las sábanas
ya crecidos dejan
de hacerlo en
cuanto
eliminan
de
su dieta la
leche,
los productos
que
la contienen y
los
derivados
lácteos.
Intolerancia a la
lactosa. Para poder ser
utilizada por
nuestro organismo este
azúcar
de
la leche debe ser
previamente hidrolizado y eso
se consigue gracias a una
enzima llamada lactasa que va
desapareciendo lentamente cuando
comienzan
a
salirnos
los
dientes. Parece
que
en la raza blanca la lactasa permanece durante más tiempo
que
en la raza negra.
Algo que podría deberse a
la relación existente entre la
melanina y la lactasa.
Las personas que viven
en lugares
fríos tendrían
por eso la piel
más blanca a fin de aprovechar
al máximo las radiaciones
solares y sintetizar vitamina D para
fijar el
calcio.
Se ha
observado también
que en la
mayoría de las
personas que no producen lactasa o lo
hacen a niveles muy bajos
la
lactosa no hidrolizada
pasa
al intestino
donde es
atacada por las
bacterias y las
consecuencias son fermentaciones, meteorismo,
cólicos, diarreas, etc. Todo
lo cual
provoca
la irritación
de
las paredes
del
intestino e
incluso micro heridas con pérdida de sangre. Y si
esas pequeñas
hemorragias
se producen
de
forma continuada
acaban provocando
deficiencias
de
hierro.
Además la lactosa puede provocar otros
trastornos no menos
graves ya que es
responsable de la asimilación de metales
pesados como el
cadmio, el mercurio
y el
hierro así como de otras sustancias tóxicas.
Linfomas. Un estudio realizado las personas
que
consumen dos
vasos de leche al día
presentan un
riesgo 3,4
veces mayor de padecer linfomas que los
que
beben menos.
El mecanismo por
el
cual eso se produce todavía
no está claro a pesar de que se sabe
que la leche de vaca puede transmitir
el virus
de
la leucemia
bovina. Este mismo estudio encontró una
asociación, aunque débil,
entre el consumo
de
leche y el cáncer de riñones
y de los órganos
reproductivos
femeninos.
Otro mecanismo
por
el cual se pueden
contraer linfomas
es a través de leche contaminada
con
dioxinas. las
personas que consumen grandes
cantidades de grasa -
como
carne y productos lácteos
son 10 veces más propensas
a contraer cáncer,
especialmente de pulmón.
Migraña. Se ha comprobado experimentalmente que cuando
se
suprime la leche de
la dieta de pacientes afectos
de
migraña se reducen significativamente sus
síntomas.
Oídos, garganta
y sinusitis.
Reacciones alérgicas. La alergia
a las proteínas
de
la leche de vaca
se
ha definido
como "cualquier reacción adversa mediada
por los mecanismos
inmunológicos
a una o más de las proteínas de la
leche (caseína,
alfa
lacto-albúmina, betalactoglobulina)". Actualmente muchos
estudios médicos reconocen la relación
entre la leche y las reacciones alérgicas estableciéndose su
prevalencia entre un 2 y un
5% de la
población mundial. La
reacción
alérgica puede ser
inmediata -es
decir, en
menos
de
45 minutos- o tardía
-presentándose
horas o días más tarde.
Sangrado gastrointestinal. El sangrado gastrointestinal secundario
a la
intolerancia a las
proteínas
de
la leche de vaca
en niños ha sido
adecuadamente documentado.
Tan serio
es el
sangrado que se le coloca como una de las causas más
comunes de
anemia en
niños.
Síndrome de mala absorción.
Investigadores han
comprobado la
relación entre las proteínas
de
la leche y el daño a la
mucosa
intestinal. Este daño es el
responsable del síndrome de mala absorción que se caracteriza
por diarreas crónicas, vómitos y retardo del
crecimiento.
Trastornos del
sueño. Estudios
confirmaron la
relación entre el
consumo de leche y
los trastornos del sueño en los
niños. Éste y
otros estudios han hallado relación entre la
alergia a la leche y
los problemas para
dormir. Todos los síntomas mejoraban
cuando
se
excluía la leche de la dieta y empeoraban
cuando era
reintroducida. El tiempo
promedio para notar la
mejoría era de cinco semanas. La agitación que manifestaban esos niños
también mejoró.
Úlceras pépticas. En el pasado
se
aconsejaba tomar leche a
las personas que padecían problemas estomacales, en especial en caso de úlceras. En la
actualidad esa práctica se desaconseja por considerarse
peligrosa y porque se sabe que la
leche y
sus derivados
agravan
todos
los síntomas. El alivio
temporal
que
sentían
esos pacientes se podía deber
simplemente al hecho
de
que normalmente la
leche se
tomaba fría y era
la
temperatura
del líquido
lo que hacía mejorar la situación
transitoriamente.
Por último
es importante señalar que las
madres que toman leche de vaca durante el
período
de
la lactancia exponen a sus hijos a los
riesgos
asociados a este alimento.
Entonces... vas a seguir
consumiendo productos lácteos?? Saca tus propias conclusiones.
Averigüemos antes de
creer lo que nos quieren hacer creer
¿Ahora quieres
seguir
tomando
leche?