LA CAUSA DE LA MAYOR Y GRAN PARTE DE LAS ENFERMEDADES LA GENERAMOS NOSOTROS SEGUN NUESTRA ERRONEA MANERA DE ALIMENTARNOS,UNA ENFERMEDAD TAN PERO TAN DURA COMO “EL CANCER” SE PUEDE EVITAR EN UN 99,99 % Y HOY EN EL 2014 TE SIGUEN MINTIENDO CUANDO DICEN NO HAY CURA PARA ESTE “MAL”,TODO ESTA UNIDO,TODO ESTA RELACIONADO,INDUSTRIA ALIMENTICIA-FARMACEUTICA-SI TE ALIMENTAS MAL TE ENFERMAS Y SI TE ENFERMAS COMPRAS REMEDIOS. LO UNICO QUE INTENTO ES AYUDARTE A QUE TE AYUDES A QUE SE AYUDEN.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Ganoderma lucidum y Sistema Nervioso
Ganoderma lucidum y Sistema Nervioso
l Ganoderma lucidum es un potente y diverso antioxidante natural. También es sabido que la oxidación juega un importante papel en alteraciones degenerativas nerviosas.
En los años 30 del pasado siglo, H. A. Krebs investigó sobre el ciclo metabólico y energético de la respiración celular y el proceso energético oxidativo que le acompañaba. Estudios que por su importancia merecieron la concesión del Premio Nobel de Medicina en 1953. Casi 30 años después de estos trabajos se comprobó que algunos productos metabólicos resultantes del consumo de oxígeno, eran la causa del envejecimiento de los animales.
En 1968 se descubrió la primera enzima antioxidante; la superóxido dismutasa presente en todas las células del cuerpo humano. Esta enzima descompone los radicales de superóxido (tóxicos para las células y causantes de mutaciones en el ADN), en componentes inocuos.
Durante las dos últimas décadas, el estrés oxidativo emerge y se consolida como un mecanismo subyacente en la fisiopatología de numerosas enfermedades de carácter degenerativo. Paradójicamente el oxígeno, elemento del que depende la vida de las células aeróbicas, es también el responsable de la degeneración progresiva de éstas y, por lo tanto, de las alteraciones orgánicas y funcionales que acontecen en los seres vivos desde las etapas más tempranas de su desarrollo hasta su senescencia. Su mecanismo de acción, así como sus efectos biológicos, han sido descritos a nivel bioquímico y molecular con bastante precisión (1).
Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger a la célula de los efectos nocivos de los oxidantes o radicales libres y contrarrestan, de una manera directa o indirecta, los efectos de los mismos. Al existir una disminución de los niveles de antioxidantes, o una inhibición de las enzimas antioxidantes se desencadena un estrés oxidativo que origina, por esta oxidación, daño celular y a macromoléculas como proteínas, lípidos y acido desoxirribonucleico (2,3).
El uso de la administración suplementaria de antioxidantes para prevenir algunas enfermedades ha sido estudiado ampliamente. Las sustancias antioxidantes desempeñan una función fundamental en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, por lo que es importante el consumo de componentes antioxidantes no enzimáticos o la innovación de nuevos productos químicos enzimáticos que puedan lograr un efecto positivo en la salud del paciente (2).
Existen estudios que relacionan la patogénesis de las enfermedades neurodegenerativas (como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple, etc.) con la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) y especies reactivas de hidrógeno (RHS) asociadas con una disfunción de las mitocondrias (4).
El Ganoderma lucidum podría ser útil en la prevención y neuroprotección de la enfermedad de Alzheimer.
En la génesis de la enfermedad de Alzheimer intervienen diversos mecanismos y la degeneración de la sinapsis neuronal originada por el péptido beta amiloide es uno de ellos. Se ha demostrado experimentalmente que el extracto acuoso de Ganoderma lucidum actúa de manera antagónica y dosis dependiente, por lo que podría ser útil en prevenir lo daños producidos por la mencionada proteína (5).
La administración previa de esporas del Ganoderma lucidum alivia el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial del hipocampo, protege a las neuronas de la apoptosis (muerte celular espontánea) y mejora el deterioro cognitivo de las ratas de laboratorio, previamente dañadas con streptozotocín, e incluso revierte las lesiones provocadas por esta sustancia, por lo que se abre una nueva vía para futuras investigaciones sobre la enfermedad de Alzheimer (6).
El Ganoderma lucidum puede ofrecer una estrategia terapéutica en la enfermedad de Huntington.
El estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial juegan un papel fundamental en la enfermedad de Huntington. El Factor de Crecimiento Nervioso (FCN) incrementa la energía del cerebro y ejerce un papel protector sobre los efectos dañinos de las toxinas mitocondriales. Se ha comprobado experimentalmente que, en ratones previamente dañados de manera similar a la enfermedad de Huntington, el Ganoderma lucidum restablece la conducta, la capacidad sensitiva motora y la pérdida neuronal que sufrían. A la vez que se restauraba la función de los elementos relacionados con el FCN y el PGC-1α (factor que interviene en la regulación de energía del metabolismo celular). Todo ello podría ofrecer una estrategia terapéutica en dicha enfermedad (7).
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