Cuando hablamos de llevar una
vida sana, de adelgazar o de tener una piel bonita, siempre décimo que hay que
beber mucho agua, pero no nos damos cuenta de la verdadera importancia que
tiene consumir el agua necesaria al día. Muchas veces nos escudamos en que no
nos gusta o no nos acordamos, y con eso estamos perjudicando y mucho a nuestro
organismo.
En estos días en que estamos rodeados de comida continuamente, que tenemos reuniones con amigos o familiares prácticamente a diario, de lo que menos nos acordamos es de beber agua, porque nos hace sentir más hinchados y porque tenemos otras bebidas a la vista que nos llaman más que el simple agua.
Pues precisamente por esos excesos que estamos cometiendo nos vendría estupendamente beber nuestro litro y medio diario, por lo menos :-) Esa ingesta de agua nos quitaría las ganas de picar continuamente, nos ayudaría a hacer las digestiones, a eliminar toxinas que vamos acumulando y a evitar una deshidratación por demasiada sal, por ejemplo.
¡Ojo! Tampoco es cuestión de hincharnos bebiendo 5 litros diarios ni beber en un momento lo que no hemos bebido en todo el día, porque entonces se produce lo que yo llamo “EFECTO PANTANO”, se queda acumulado en el estómago y ni se absorbe ni se aprovecha como se debe.
SENSIBILIDAD A LA SED
Se pueden perder casi todas las reservas de grasa del cuerpo y seguir funcionando, se puede sobrevivir sin ingerir alimento sólido durante semanas, pero no se puede resistir más de 18 días sin beber agua.
Las consecuencias de una deshidratación leve aparecen inmediatamente: un 1% dispara la sed, un 2% reduce el rendimiento y con un 4% aparece somnolencia, apatía, mal humor, náuseas y vulnerabilidad al estrés.
Incluso antes de sentir sed, la pérdida de agua afecta afecta al funcionamiento normal del cuerpo, eliminación de toxinas, estreñimiento, falta de orina, etc.
El problema es que la mayoría de la gente ha perdido la sensibilidad para reconocer la sed o la confunde con el hambre o la inquietud. Por eso, es posible que muchas personas sin darse cuenta mantengan una situación de deshidratación leve crónica con múltiples consecuencias, como trastornos digestivos, dolores articulares, problemas de peso, asma y alergias, etc.
LA CURA DE AGUA DIARIA
Dicho todo esto, entendemos que el primer paso para solucionar muchos problemas de salud en su fase inicial puede ser tan simple como tomar a diario una cantidad considerable de agua. La deficiencia de ella provoca en el cuerpo un estrés que a menudo es la causa de síntomas leves a los que apenas se presta atención.
El cuerpo necesita cada día un mínimo de 6 a 8 vasos de agua, de unos 250 ml cada uno. Entre 10 y 12 vasos es una cantidad óptima para rehidratarse, no cuentan el café, los zumos ni los refrescos. Cuando se hace ejercicio, se debe aumentar en 1 litro diario.
Si no se está acostumbrado a beber, es mejor ir aumentando las cantidades diariamente.
La orina debe tener un ligero tono amarillo para saber que bebemos lo suficiente
El color dorado oscuro indica que los riñones están trabajando con menos recursos de los necesarios.
Es esencial beber antes de sentir sed. Nos podemos hacer un programa diario y seguirlo para que la hidratación sea continua.
Se puede y es recomendable beber un vaso de agua al levantarse, mejor a temperatura ambiente o tibia. Y esperar una media hora para desayunar.
OTRO VASO UN RATO ANTES DE CADA COMIDA.
2 vasos entre comidas, para ayudar también a las digestiones.
Cuando la comida es muy copiosa o densa se puede tomar entre 1/2 vaso y 1 vaso.
Entre las 17:00 y las 19:00 de la tarde se debería beber también cantidad porque es cuando, según la Medicina China, está más activa la energía del riñón.
Según se acerca la hora de dormir, hay que beber lo mínimo, pero un vaso ayudaría a evitar las deficiencias durante la noche.
En estos días en que estamos rodeados de comida continuamente, que tenemos reuniones con amigos o familiares prácticamente a diario, de lo que menos nos acordamos es de beber agua, porque nos hace sentir más hinchados y porque tenemos otras bebidas a la vista que nos llaman más que el simple agua.
Pues precisamente por esos excesos que estamos cometiendo nos vendría estupendamente beber nuestro litro y medio diario, por lo menos :-) Esa ingesta de agua nos quitaría las ganas de picar continuamente, nos ayudaría a hacer las digestiones, a eliminar toxinas que vamos acumulando y a evitar una deshidratación por demasiada sal, por ejemplo.
¡Ojo! Tampoco es cuestión de hincharnos bebiendo 5 litros diarios ni beber en un momento lo que no hemos bebido en todo el día, porque entonces se produce lo que yo llamo “EFECTO PANTANO”, se queda acumulado en el estómago y ni se absorbe ni se aprovecha como se debe.
SENSIBILIDAD A LA SED
Se pueden perder casi todas las reservas de grasa del cuerpo y seguir funcionando, se puede sobrevivir sin ingerir alimento sólido durante semanas, pero no se puede resistir más de 18 días sin beber agua.
Las consecuencias de una deshidratación leve aparecen inmediatamente: un 1% dispara la sed, un 2% reduce el rendimiento y con un 4% aparece somnolencia, apatía, mal humor, náuseas y vulnerabilidad al estrés.
Incluso antes de sentir sed, la pérdida de agua afecta afecta al funcionamiento normal del cuerpo, eliminación de toxinas, estreñimiento, falta de orina, etc.
El problema es que la mayoría de la gente ha perdido la sensibilidad para reconocer la sed o la confunde con el hambre o la inquietud. Por eso, es posible que muchas personas sin darse cuenta mantengan una situación de deshidratación leve crónica con múltiples consecuencias, como trastornos digestivos, dolores articulares, problemas de peso, asma y alergias, etc.
LA CURA DE AGUA DIARIA
Dicho todo esto, entendemos que el primer paso para solucionar muchos problemas de salud en su fase inicial puede ser tan simple como tomar a diario una cantidad considerable de agua. La deficiencia de ella provoca en el cuerpo un estrés que a menudo es la causa de síntomas leves a los que apenas se presta atención.
El cuerpo necesita cada día un mínimo de 6 a 8 vasos de agua, de unos 250 ml cada uno. Entre 10 y 12 vasos es una cantidad óptima para rehidratarse, no cuentan el café, los zumos ni los refrescos. Cuando se hace ejercicio, se debe aumentar en 1 litro diario.
Si no se está acostumbrado a beber, es mejor ir aumentando las cantidades diariamente.
La orina debe tener un ligero tono amarillo para saber que bebemos lo suficiente
El color dorado oscuro indica que los riñones están trabajando con menos recursos de los necesarios.
Es esencial beber antes de sentir sed. Nos podemos hacer un programa diario y seguirlo para que la hidratación sea continua.
Se puede y es recomendable beber un vaso de agua al levantarse, mejor a temperatura ambiente o tibia. Y esperar una media hora para desayunar.
OTRO VASO UN RATO ANTES DE CADA COMIDA.
2 vasos entre comidas, para ayudar también a las digestiones.
Cuando la comida es muy copiosa o densa se puede tomar entre 1/2 vaso y 1 vaso.
Entre las 17:00 y las 19:00 de la tarde se debería beber también cantidad porque es cuando, según la Medicina China, está más activa la energía del riñón.
Según se acerca la hora de dormir, hay que beber lo mínimo, pero un vaso ayudaría a evitar las deficiencias durante la noche.
Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea
el alimento.( HIPÓCRATES).
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