1. Ten un optimismo
ambicioso, no te conformes con
cualquier cosa para tu futuro. Hay que estar preparados
para soñar con el futuro tal como queremos que sea.
2. Las personas que hacen
cosas que merecen la pena,
están en proyectos que son más grandes que
ellas mismas.
Es como si te debieras a un fin superior, sea este del tipo
que
sea.
3. Comparte tus ideas, no
las protejas. Cuando las ideas se
comparten, crecen, se amplifican. Una idea
aislada puede
acabar estancada. Como dice Stevenson: La innovación es
el
lugar en donde las ideas practican el sexo.
4. Toma
las decisiones basándote en los principios de la
evidencia
científica, en los hechos objetivos. No se trata de
decidir según las propias
creencias sino en base
a aquello que está probado que funciona. Un
buen contra-
ejemplo sería el de los políticos, que toman
las decisiones
basados en su ideología y no en lo que realmente
funciona
como hace un ingeniero cuando construye un puente.
5. No pasa nada
si te equivocas, de hecho equivocarse es
una manera de avanzar hacia el
acierto. El problema es no
probarlo, no el hecho en si de fallar que puede ser
una estrategia más para avanzar. Como dice Seth Godin: la
mejor manera de empezar a avanzar es tomando el
camino equivocado.
6. Somos lo que hacemos y
no lo que tenemos intención de
hacer. Somos lo que hacemos y no lo que
sentimos o
imaginamos. Y la mejor manera de ser lo que somos es por
tanto
llevándolo a la práctica.
7.Mantén tu cinismo bajo
control pues tras el cinismo hay
una falta de ambición y la creencia
de que las cosas
no pueden o no valen la pena cambiarse. El cinismo
es una
buena excusa para la pereza ya que si no va servir nada,
para
qué hacer nada.
8. Trata
de pensar cualquier proyecto como un torneo en
varias
rondas. En cada ronda, vas a fallar un número de
veces, mayor al principio
y menos conforme tus ideas se
vayan conociendo y comprendiendo. En la
primera ronda vas a perder 9 veces de cada 10. Por tanto, vas a
fallar
muchos intentos al principio e irás acertando de manera
paulatina cada vez más. Trata de no confundir una ronda con el torneo
entero.
No sé si estos son todos los principios
de un
Optimismo Pragmático pero creo que son unas buenas
guías
para moverse hacia un estado más productivo con
nosotros mismos, más positivo y
con más opciones de
realmente poder cambiar las cosas. Es también un modo de
no
caer en ese cinismo del que hablábamos
en los principios que nos hace
pensar que no vale la pena
intentar nada pues nunca conseguiremos ningún
cambio
positivo ni para nosotros ni para el entorno. Así que yo te
animo a que
los pruebes, a que vayas incorporando estos
principios a tu vida, tal
vez uno por semana, o uno nuevo
cada vez que hayas realmente incorporado el
anterior. No
creo que vayas a perder nada por hacerlo y es posible que
te
sorprendas de los resultados obtenido.
Porqué recuerda: ser consciente
produce opciones.
Cómo conseguir que los grupos de
mejora triunfen
Es frecuente encontrar directivos de
operaciones
preocupados porque no obtienen todo lo que esperaban
de sus
grupos de mejora. No es sorprendente, los mismos
errores los comete cada
vez cada ingeniero dedicado a las
operaciones en su micro mundo.
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